WASHINGTON/GINEBRA.- El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., ha instado a los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a abandonar la organización internacional, siguiendo el ejemplo de Washington, y ha difundido nuevamente la teoría de la conspiración de que la COVID-19 tuvo su origen en un laboratorio chino.
"Las prioridades de la OMS reflejan cada vez más los sesgos e intereses de la medicina corporativa. Con demasiada frecuencia, ha permitido que agendas políticas, como la promoción de ideologías de género nocivas, secuestren su misión fundamental", ha resaltado el secretario de Salud en un vídeo publicado en redes sociales.
En este sentido, Kennedy Jr. ha afirmado que la organización internacional se ha convertido "en la herramienta de la política" y ha quedado atrapada en la burocracia, en "conflictos de intereses", así como en luchas de poder internacionales.
"Todo esto se hizo evidente durante la pandemia de la COVID-19, cuando, bajo presión de China, eliminó información sobre la transmisión entre humanos y trabajó con China para promover la ficción de que la COVID-19 se originó en murciélagos o pangolines, en lugar de en un biolaboratorio de Wuhan", ha resaltado.
Asimismo, ha asegurado que la OMS "ni siquiera ha asumido sus fallos" durante la pandemia. "Mucho menos ha implementado reformas significativas", ha argüido, refiriéndose a que ha apuntalado su versión sobre el origen del virus, que la Administración Trump achaca a una creación china.
El secretario de Salud estadounidense también se ha referido a que Washington ha empezado a redoblar sus esfuerzos en la investigación sobre "las causas del autismo y otras enfermedades crónicas", otro nuevo ataque velado a las vacunas.
Esto se produce después de que los Estados miembros de la OMS hayan aprobado este mismo martes formalmente por consenso el primer Acuerdo Mundial sobre Pandemias tras más de tres años de "intensas negociaciones" iniciadas por los gobiernos en respuesta a los efectos de la pandemia de la COVID-19.
Por otra parte, los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han aprobado este martes formalmente por consenso el primer Acuerdo Mundial sobre Pandemias, tras más de tres años de "intensas negociaciones" iniciadas por los gobiernos en respuesta a los efectos de la pandemia de COVID-19 frente a futuras pandemias.
Desde la cúspide de la organización el acuerdo se achaca "al liderazgo, la colaboración y el compromiso de nuestros Estados Miembros para adoptar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias", tal como ha señalado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante su aprobación en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud.
La aprobación se ha producido con 124 votos a favor, 0 objeciones y 11 abstenciones por parte de las delegaciones de los Estados Miembros.
Respecto a la soberanía nacional, el Acuerdo establece que "nada en el Acuerdo de la OMS sobre la Pandemia se interpretará en el sentido de que otorga a la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud, incluido el Director General de la Organización Mundial de la Salud, autoridad alguna para dirigir, ordenar, alterar o prescribir de otro modo la legislación nacional o interna, según corresponda, o las políticas de cualquier Parte, o para ordenar o imponer de otro modo requisitos para que las Partes adopten medidas específicas, como prohibir o aceptar viajeros, imponer mandatos de vacunación o medidas terapéuticas o de diagnóstico, o implementar confinamientos".
El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias quedará abierto a la firma y a la consideración de su ratificación, incluso por los órganos legislativos nacionales. Tras 60 ratificaciones, el Acuerdo entrará en vigor.
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