TALLIN.-Estonia ha afirmado este viernes que la decisión de Rusia de retirar
"unilateralmente" una serie de boyas colocadas en el río Narva para
fijar la frontera común en la zona es parte de "un patrón de
comportamientos provocativos" por parte de Moscú "en Europa".
"Las acciones de Rusia se enmarcan en el patrón amplio de
comportamientos provocativos en Europa, incluido en la frontera con sus
vecinos", ha dicho la primera ministra estonia, Kaja Kallas, en un
mensaje publicado a través de su cuenta en la red social X.
Asimismo, el ministro de Exteriores estonio, Margus Tsahkna, ha
convocado este mismo viernes al encargado de negocios ruso en Tallín,
Lenar Salimullin, para protestar por el incidente y reclamar la
recolocación de las boyas.
"Hemos trasladado claramente al
encargado de negocios ruso que estos pasos son provocativos e
inaceptables y hemos pedido una explicación de la retirada de las boyas
fronterizas y su retorno inmediato", ha dicho, según ha informado la
emisora pública, ERR.
Tsahkna ha subrayado además a través de
su cuenta en X que ha mantenido una "extensa discusión" con el Alto
Representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y
Seguridad Común, Josep Borrell, sobre el "reciente incidente"
fronterizo.
Por su parte, el secretario general de la OTAN,
Jens Stoltenberg, ha expresado públicamente su apoyo a Estonia tras
haber hablado con la primera ministra Kallas. "Nos solidarizamos con
nuestro aliado ante cualquier amenaza a su soberanía", ha escrito en su
cuenta de la red social X.
El Ministerio de Exteriores estonio
afirmó el jueves que la Guardia Fronteriza rusa "retiró unilateralmente
el 23 de mayo las boyas iluminadas colocadas por Estonia para demarcar
la frontera con Rusia en el río Narva".
"Esta acción por parte
de Rusia, llevada a cabo en mitad de la noche, se enmarca en el patrón
amplio de comportamiento provocativo de Rusia, también en las fronteras
con los vecinos, más recientemente con Lituania y Finlandia".
En este sentido, manifestó que "la respuesta de Estonia sigue siendo
calmada y lúcida". "Consideramos esto como un provocativo incidente
fronterizo", sostuvo, antes de adelantar que mantendría contactos con
Moscú para trasladar que "estas acciones son inaceptables", "pedir una
explicación a la retirada de las boyas" y "pedir su vuelta inmediata".
"Estonia está en contacto estrecho con los aliados y los socios
mientras seguimos haciendo frente a las actividades malignas de Rusia en
todo Europa", remachó el Ministerio de Exteriores estonio a través de
un comunicado en su cuenta en X, sin que las autoridades de Rusia se
hayan pronunciado al respecto.
Por su parte, Borrell ha criticado durante la jornada esta acción
"unilateral" por parte de Rusia y ha agregado que el bloque "sigue de
cerca la operación desde el inicio, en cooperación y solidaridad con
Estonia y otros Estados miembro".
"Este incidente fronterizo es
parte de un patrón más amplio de comportamiento provocativo y acciones
híbridas por parte de Rusia, también en sus fronteras marítimas y
terrestres en la región del mar Báltico", ha dicho, antes de tildar de
"inaceptables" estos actos.
"La Unión Europea espera una
explicación por parte de Rusia sobre la retirada de las boyas y su
inmediata devolución", ha recalcado Borrell, según un comunicado
publicado por su oficina.
El incidente en torno a las boyas en
el Narva llega después de que el Ministerio de Defensa ruso propusiera
el martes revisar los límites de las aguas territoriales rusas en el mar
Báltico, un proyecto que podría entrar en vigor el año que viene y que
permitiría ajustar la frontera en torno a las islas rusas situadas en el
golfo de Finlandia y frente a Kaliningrado.
La propuesta
provocó la inmediata reacción por parte de Finlandia y Lituania, que
criticaron el plan de Moscú. Helsinki sostuvo que "provocar confusión
forma parte de una estrategia híbrida para influir en terceros países",
mientras que Vilna habló de "provocación" para intentar "intimidar a los
países vecinos" y dijo que pedirá explicaciones a las autoridades de
Rusia.