PARÍS.- Ante el ninguneó a Europa por parte de Estados Unidos en las negociaciones para la paz en Ucrania, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado a parte de los aliados europeos este lunes para celebrar una reunión informal para tratar el tema
Según recoge Reuters, el
ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, confirmó de
madrugada que el presidente francés había convocado a una cumbre de
líderes europeos en París.
Aunque era esperable que España estuviese representada en dicha reunión, hubo que esperar hasta la tarde de hoy domingo para confirmar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, iba a participar en la misma.
Barrot, confirmó ya este domingo la reunión en la emisora de radio France Inter.
"Mañana el presidente de la República reunirá a los principales países
europeos para discutir sobre el tema. Es una reunión de trabajo",
aseguró.
También está confirmada la asistencia del canciller alemán, Olaf Scholz, así como la del primer ministro británico Keir Starmer o el primer ministro polaco, Donald Tusk, aunque todavía no ha trascendido si Zelenski acudirá.
La oficina del 'Premier'
británico quiere eregirse como "árbitro" para "garantizar que Estados
Unidos y Europa se mantengan unidos", dijo Starmer en un comunicado
publicado por Downing Street.
"No podemos permitir que ninguna división en la alianza nos distraiga de los enemigos externos a los que nos enfrentamos".
Se espera que el político laborista, según informaron medios británicos, sea el encargado de trasladar los mensajes de la reunión al presidente Trump en su próxima visita a Washington a finales de febrero.
Para rebajar las tensiones, el ministro francés de Exteriores, dijo que tras hablar con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, el plan de EEUU sobre Ucrania "aún se está formando".
Pero parece que EEUU sigue con su
plan y el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, entregó el
pasado día 12 en Kiev a Zelenski un borrador de un acuerdo para garantizar la continuidad de la ayuda estadounidense a Kiev a cambio de acceso a minerales críticos de las tierras raras que posee Ucrania por un monto de 500.000 millones de euros.
"No he permitido a los ministros
firmar el acuerdo porque, en mi opinión, no está preparado para
protegernos a nosotros, a nuestros intereses", declaró Zelenski a los
medios en Múnich, según el periódico Kyiv Independent.
"Podemos considerar cómo distribuir los beneficios
(del acuerdo sobre recursos minerales) si está vinculado a un acuerdo
de seguridad", añadió el presidente ucraniano, quien recalcó que el
borrador no incluye garantías de seguridad y que hay que tener en cuenta
que las reservas no son suyas, sino del pueblo ucraniano.
Este sábado, el secretario de
Estado de EEUU, Marco Rubio, conversó por teléfono con el ministro de
Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Y un equipo de enviados de Washington
se prepara para encontrarse la próxima semana con altos cargos rusos en Arabia Saudí.
Macron se ha apresurado pues en dar una primera respuesta, al menos
simbólica, a la intención de Estados Unidos de arrinconar a los europeos
en un eventual proceso de paz en Ucrania y reunirá este lunes en París a
los principales líderes de la UE, el Reino Unido, así como a la
Comisión Europea (CE) y la OTAN.
«El presidente de la República ha decidido entablar consultas entre los
dirigentes europeos acerca de la situación en Ucrania y los desafíos de
la seguridad en Europa», señaló la nota difundida por El Elíseo, horas
después de que la propia cancillería francesa y otros países
participantes hubiesen confirmado la convocatoria de esa reunión de
urgencia.
Calificada de «informal» por la presidencia francesa, la reunión
congregará, además de al anfitrión francés, a los jefes de Estado y de
Gobierno de Alemania, Reino Unido, Italia, Polonia, España, Países Bajos
y Dinamarca.
Asimismo, participarán el presidente del Consejo Europeo,
António Costa; la de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y el
secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
«Los trabajos que lleven a
cabo podrán después prolongarse en otros formatos con la meta de unir a
los socios que estén interesados en la paz y la seguridad en Europa»,
indicó El Elíseo.
Un consejero presidencial, citado por los medios franceses, aclaró que este encuentro se ha convocado de manera restringida, con solo ocho países europeos, por motivos «prácticos»,
pero que, las próximas veces, la idea es que todo el mundo implicado
«pueda participar».
«La meta es determinar lo que los europeos podemos
hacer por nosotros mismos, teniendo en cuenta el momento que vivimos en
Ucrania en consecuencia de las iniciativas del presidente» de Estados
Unidos, Donald Trump", indicó la fuente.
Este encuentro sucede tras la celebración de la Conferencia
de Seguridad de Múnich, en la que la administración Trump confirmó su
intención de dejar de lado a los europeos en un eventual proceso de paz
que ponga fin a la invasión rusa de Ucrania, que está a punto
de cumplir tres años.
El enviado de Trump para la guerra de Ucrania, el
general Keith Kellogg, instó por apartar a Europa de las negociaciones,
que recaerían, en un primer momento, entre Trump y el presidente ruso,
Vladímir Putin, quienes ya mantuvieron una primera charla telefónica a
mediados de esta semana.
Esta intención de Washington ha incomodado y preocupado a los
europeos, pero también al propio presidente ucraniano, Volodímir
Zelenski, quien quedaría también relegado en un segundo plano.
Así,
Zelenski defendió en la Conferencia de Seguridad de Múnich la creación
de unas Fuerza Armadas europeas para defender al continente de Rusia y
obligar a Estados Unidos a contar con Europa a la hora de tomar sus
decisiones geopolíticas.
El programa de la reunión de este lunes no ha sido aún difundido, pero se
espera que el debate sobre un Ejército Europeo esté encima de la mesa,
una hipótesis que crea ya reticencias entre los propios países de la UE.
El ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, afirmó que no
habrá un ejército europeo que represente la unificación de las actuales
fuerzas armadas nacionales.
Entre los participantes de la reunión de mañana, llama la atención
Dinamarca, que por PIB y población no figura dentro de las potencias
europeas. Sin embargo, Copenhague está inquieto por el deseo de Trump de
hacerse con el control de la isla de Groenlandia, que es territorio
danés.
También ha sorprendido la asistencia del Reino Unido, que dejó de ser miembro de la UE hace cinco años.
Sin embargo, bajo el gobierno del primer ministro laborista Keir
Starmer, Londres se ha acercado a Bruselas y se ha alejado de su aliado
histórico, Estados Unidos, sobre todo desde que Trump accedió a la Casa
Blanca, el pasado 20 de enero.