NUEVA YORK.- El enviado especial de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, ha
puesto sobre la mesa esta semana la posibilidad de la partición de la
antigua colonia española entre Marruecos y el Frente Polisario a
sabiendas de que las partes no la aceptan con la voluntad de reabrir el
debate para resolver un conflicto que dura ya casi cinco décadas y que
se encuentra estancado desde hace años.
Ante el Consejo de
Seguridad, y a puerta cerrada, el diplomático italo-sueco no ocultó su
decepción tras tres años en el cargo y quiso hacer una "evaluación
franca" de la situación, incidiendo en el "nivel de frustración y
desesperación" que vio en su visita de principios de octubre a los
campos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), la escalada militar
entre Marruecos y el Polisario desde noviembre de 2020 y la "hostilidad"
persistente entre Rabat y Argel.
"Tenemos que avanzar de forma constructiva en el proceso político y
con urgencia", previno en su intervención, lamentando la falta de "creatividad" y de
"apertura de miras" de sus interlocutores hasta la fecha para lograr una
solución mutuamente aceptable.
En estas circunstancias, explicó, había "revisitado y ampliado
discretamente con todas las partes concernidas el conflicto de una
partición del territorio", con la parte norte para Marruecos y la parte
sur, que "podría basarse en los límites de la porción controlada por
Mauritania" tras la retirada española entre 1976 y hasta 1979, para el
Polisario.
Según De Mistura, "algunos países en la región y más
allá", aunque no quiso aclarar cuáles, le han expresado "cierto interés
en esta posibilidad" mientras que por su parte ni Marruecos ni el
Polisario han mostrado "voluntad de explorar" más esta vía.
El enviado
de la ONU lamentó esta posición, ya que a su juicio es una idea que
"merece ser tenida en cuenta" y dijo que se sentía obligado a pesar de
todo de informar al Consejo de Seguridad por razones de "transparencia".
Por lo pronto, el Gobierno español, aunque no ha aclarado si estaba
al tanto de la propuesta, ya ha dejado claro que se reafirma en su
respaldo al plan de autonomía que brindó en 2022, habida cuenta de que
tanto Rabat como el Polisario no están de acuerdo con dividir en dos la
que fue colonia española.
Para Irene Fernández-Molina, profesora de Relaciones Internacionales
en la Universidad de Exeter y experta en el Magreb, las palabras de De
Mistura traslucen su "desesperación" y también constituyen "un intento
para meter presión a las partes para avanzar y llamar la atención sobre
la cuestión tanto al Consejo de Seguridad como la comunidad
internacional" en general.
"No creo que vaya más allá de la
declaración", vaticina. "No es una idea
sin precedentes ni supernovedosa", subraya, recordando que la antigua
colonia española ya se partió en 1976 y que en 2002 se planteó
nuevamente esta posibilidad por el entonces secretario general de la
ONU, Kofi Annan, y su enviado personal, James Baker.
De Mistura
"está recorriendo las mismas etapas que otros antes que él", coincide
Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacionales de la
Universidad Complutense de Madrid, para quien es "irrealista" a estas
alturas volver a plantear una opción que ya fue descartada en su
momento.
A juicio de Barreñada, el argumento de De Mistura a
favor de esta solución es una "perogrullada". El diplomático sostuvo que
esta opción permitiría "acomodar tanto la reclamación de independencia"
de los saharauis como "el plan de autonomía dentro de la soberanía
marroquí" de Rabat, al tiempo que "permitiría la autodeterminación del
pueblo del Sáhara Occidental", que tendría "la posibilidad de decidir
dónde quiere vivir".
El profesor de la UCM subraya que este tipo de acuerdos no se pueden
resolver al 50% y querer quedar bien tanto con marroquíes como con
saharauis. "No se puede reconocer los hechos consumados de la ocupación
ilegal" por parte de Marruecos y contraria al derecho de
autodeterminación y dar como "premio de consolación" a los saharauis una
parte del territorio en la que "lo único que tienen es costa" porque
apenas hay ciudades ni infraestructuras.
De aceptarse la
propuesta de De Mistura, y proceder a la partición conforme al
territorio que en su día controló Mauritania, el futuro Sáhara
independiente controlado por el Polisario incluiría Dajla, antigua Villa
Cisneros.
Esta ciudad se ha convertido en los últimos tiempos
en una pieza clave en los planes de marroquinización del Sáhara de
Rabat, que va a invertir casi 1.200 millones de euros en el nuevo puerto
de la ciudad al que quiere convertir en puerta de entrada a África y
también en salida al Atlántico para los países del Sahel.
"Dudo que
desde el punto de vista del interés económico Marruecos ceda", subraya
Fernández-Molina, incidiendo en que actualmente Dajla importa más que El
Aaiún.
Ambos expertos llaman la atención a otro punto clave
del mensaje que trasladó De Mistura al Consejo de Seguridad: la petición
a Marruecos de qué brinde más detalles respecto a su propuesta de
autonomía para la antigua colonia española.
El enviado especial
reconoció el interés creciente que despierta el plan, recordando que
Francia brindó recientemente su respaldo, e incidió en la necesidad de
conocer qué conllevaría exactamente.
"Aun falta por explicar
cómo esta opción, la autonomía, permitiría el ejercicio de una forma
creíble y digna de autodeterminación" para los saharauis y bajo qué
términos, resaltó, apuntando a que Marruecos estaría dispuesto a dar
esos detalles a la luz de lo hablado en septiembre con su ministro de
Exteriores, Naser Burita.
Así las cosas, sostuvo que "ha llegado el
momento" de que tanto él como sus interlocutores "exploren" lo que está
proponiendo exactamente Marruecos.
En opinión de
Fernández-Molina, lo que está haciendo con ello De Mistura es "recordar a
Marruecos que el conflicto no está cerrado" y que "por muchas
declaraciones de apoyo que consiga" a su plan de autonomía "no se gana
por acumulación" de las mismas. Es decir, le está fijando una "línea
roja" de donde pueden llegar sus esfuerzos diplomáticos, añade.
Así las cosas, Barreñada advierte de que la "propuesta de ingeniería
política" que ha puesto sobre la mesa De Mistura saltándose el Derecho
Internacional han demostrado tener un "resultado nefasto" en otros
contextos, como el de Palestina.
El profesor de la UCM ha recordado la
partición que se hizo en 1947 de Palestina y ha llamado la atención de
que ahora, ante la escalada en el conflicto, se está empezando a
reconocer que fue "un gran error" partir este territorio en lugar de
descolonizarlo como correspondía.