LISBOA.- Portugal logró colocar este miércoles, con tasas a la baja, 1.249  millones de euros de deuda en obligaciones del Estado a largo plazo, un  éxito para su primera gran prueba del año en los mercados, aunque el  respiro podría ser solo provisional, advierten los analistas. 
A pesar de unas previsiones más bien oscuras,  Portugal tuvo una gran demanda e incluso una menor tasa de interés para  sus obligaciones del Estado a nueve años: el 6,716%, frente al 6,806% de  una operación similar en noviembre pasado.
"Una de las  conclusiones para sacar del éxito de esta operación es que Portugal está  en condiciones de ir (a financiarse) a los mercados, que hay una  demanda y que obtiene tasas que son aceptables, incluso favorables visto  el contexto", reaccionó el ministro de Economía portugués, Fernando  Teixeira dos Santos.
"Frente a esto, el recurso a una ayuda  externa no es necesario", reafirmó Teixeira, ante la presión de los  últimos días para que el Gobierno portugués acepte solicitar una ayuda  externa, como hicieron Grecia e Irlanda, y evitar así un contagio a  países más importantes de la zona euro, como España o Italia.
Pero  a pesar del optimismo demostrado por Lisboa, la reacción de los  mercados era muy prudente, con el euro cayendo por debajo del umbral de  1,30 dólares y una leve mejoría para los bonos del Tesoro portugueses a  diez años, situados al 6,8% a las 14h30, frente al 6,9% del martes al  cierre.
Los analistas destacaron el hecho de que la emisión haya  tenido relativo éxito, pero también advirtieron que la situación sigue  siendo muy complicada. "La emisión no tuvo problemas y constituye una  buena noticia. Se esperaba para la emisión con vencimiento en 2020 tasas  en torno al 7%", subrayó la analista Cristina Casalinho, del banco BPI.
"Esos  resultados no son malos. Las tasas elevadas han atraído la demanda en  las dos líneas de emisión", confirmó otra analista, Annaliza Piazza, del  grupo Newedge.
Para Paolo Pizzoli, economista del grupo ING,  "esta emisión muestra que, por el momento, Portugal todavía es capaz de  financiarse en los mercados". Sin embargo, advirtió, "habrá otras  pruebas".
Más duro, David Schnautz, de Commerzbank, señaló que  "una emisión exitosa no cambia las cosas". "Los problemas van a  continuar y todavía hay mucha deuda para colocar en las próximas  semanas", agregó.
Para 2011, Portugal estimó sus necesidades de  financiamiento en 20.000 millones de euros, sin contar los 26.000  millones de deuda que vence y debe ser renegociada. Tras la emisión de  Portugal, los inversores centrarán sus miradas en España, que el jueves  colocará bonos a cinco años con el objetivo de recaudar 2.500 millones  de euros.
El martes, Grecia obtuvo 1.950 millones de euros en  obligaciones de Estado a seis meses a un interés del 4,9%, por debajo  del 5% que se había propuesto, en la primera de una serie de emisiones  cruciales esta semana de países europeos con sus finanzas comprometidas.

