CARACAS.- Las autoridades venezolanas han denunciado este jueves el despliegue de
aviones de combate de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a unos 75
kilómetros de sus costas en el marco de las operaciones militares
estadounidenses emprendidas en las últimas semanas en el Caribe, donde
han llegado a atacar supuestas narcolanchas.
El ministro de Defensa de Venezuela,
Vladimir Padrino, ha asegurado que el sistema de defensa aérea ha
detectado cinco aeronaves estadounidenses, supuestamente de tipo F-35,
en la región de Maiquetía, en el norte del país.
"La
presencia de esos aviones, volando en las cercanías de nuestra área de
influencia, en nuestro mar Caribe cercano a las costas venezolanas, es
una grosería, es una provocación", ha declarado durante un balance de
operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El
titular de la cartera ministerial ha remarcado que "nunca" habían visto
"este despliegue de aviones", algunos de ellos estacionados en Puerto
Rico.
"Quiero que sepan que eso no nos intimida, no intimida al pueblo de Venezuela", ha aseverado.
Posteriormente,
el jefe de la diplomacia venezolana, Yván Gil, ha difundido un
comunicado conjunto de las carteras de Exteriores y Defensa denunciando
la "incursión ilegal" de estas aeronaves a "aproximadamente 75
kilómetros" de sus costas, una actuación de la que ha dicho "contraviene
el Derecho Internacional y la Convención de Chicago sobre Aviación
Civil Internacional" y forma parte de "un patrón de hostigamiento que no
puede ser tolerado".
Por ello, ha
anunciado que el Ejecutivo venezolano "elevará esta denuncia" ante el
secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, el Consejo de
Seguridad, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), para que "se
adopten las medidas necesarias que impidan la repetición de estas
acciones ilegales y peligrosas".
Asimismo,
Gil ha reiterado que las autoridades venezolanas no aceptan
"intimidaciones ni agresiones" externas y ha asegurado que "ejercerá
plenamente su derecho a la defensa", después de instar al jefe del
Departamento de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a que "cese de
inmediato su postura temeraria, aventurera y guerrerista que pretende
socavar la zona de paz de América Latina y el Caribe y pone en peligro
la estabilidad regional".
En este
contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha declarado que
el país norteamericano está ahora en guerra con los cárteles de la droga
considerados por la Casa Blanca como grupos terroristas, dando así una
justificación legal a los ataques llevados a cabo en septiembre contra
barcos en el Caribe.
Trump ha
determinado así que Estados Unidos "está en un conflicto armado no
internacional con estas organizaciones terroristas designadas", según un
documento confidencial que su Administración ha enviado al Congreso
esta semana y al que han tenido acceso varios medios estadounidenses.
El
presidente ordenó al Departamento de Guerra (Defensa) que realizara
operaciones contra ellos conforme al derecho de conflictos armados.
Estados Unidos ha llegado a un punto crítico en el que debemos usar la
fuerza en defensa propia y de terceros contra los continuos ataques de
estas organizaciones terroristas designadas", añade el aviso.
El
presidente venezolano, Nicolás Maduro, firmó el lunes un decreto para
la declaración del estado de Conmoción Externa, una situación de
emergencia con excepcionalidades, con vistas a su entrada en vigor en
caso de agresión externa, una posibilidad que Caracas teme tras las
últimas declaraciones públicas de Trump y de otros altos cargos de su
Administración.