WASHINGTON.- Nuevos documentos ligados al caso Jeffrey Epstein publicados este miércoles por el Congreso revelan correos electrónicos donde el pederasta dice que el presidente de EE.UU., Donald Trump, es «un perro que no ha ladrado», insinuando que estaba al tanto de sus abusos, y asegura también que el magnate neoyorquino habría pasado «horas» con una víctima.
Esa víctima, cuyo nombre se ha publicado censurado, sería, según
aseguraron hoy congresistas republicanos y la propia Casa Blanca,
Virginia Giuffre -la mujer que aseguró haber sido objeto de abusos
sexuales por parte de Andrés de Windsor, hermano del rey Carlos III de
Inglaterra-, y que falleció el pasado abril.
Los tres correos electrónicos en los que se menciona a Trump, fechados en 2011, 2015 y 2019, forman parte de los más de 20.000 archivos del patrimonio de Epstein
obtenidos por el Comité de Supervisión de la Cámara Baja dentro de su
investigación sobre el fallecido magnate, acusado de trata de menores
para su explotación sexual, y su cómplice, Ghislaine Maxwell.
El Comité
ya había publicado en septiembre más de 200 folios de un álbum con
felicitaciones por el 50 cumpleaños del financiero neoyorquino, entre
ellos un supuesto dibujo lascivo hecho por Trump que probaría la
afinidad entre ambos, una relación a la que el presidente, que niega ser
el autor del garabato, siempre ha quitado peso ,asegurando que se había
distanciado de Epstein mucho antes de que se conocieran sus crímenes.
¿Qué contienen los mensajes? Un primer correo electrónico datado en
2011 muestra un intercambio entre Maxwell - que actualmente cumple una
condena de 20 años por tráfico sexual de menores- y Epstein.
«Quiero que
sepas que el perro que no ha ladrado es Trump», escribió el fallecido
magnate, añadiendo que una de las víctimas con nombre censurado
(Giuffre, supuestamente), «pasó horas en mi casa con él (Trump)», algo
que «él nunca ha mencionado».
Maxwell respondió entonces: «He estado
pensando en eso».
Otros dos correos publicados hoy corresponden a
intercambios privados entre Epstein y el periodista Michael Wolff, autor
de varios libros sobre Trump que pasó horas entrevistando al magnate de
las finanzas en su casa de Manhattan.
En uno de ellos, escrito en 2015, ambos comentan sobre una próxima
entrevista de Trump en la cadena CNN, en la que Wolff aconseja dejar que
el ahora presidente se incriminara a sí mismo al negar cualquier
relación con el financiero neoyorquino.
«Creo que deberías dejar que él
solo se ponga la soga al cuello. Si dice que no estuvo en el avión ni en
la casa, eso te da una valiosa ventaja política y de relaciones
públicas. Puedes hundirlo de una manera que potencialmente te
beneficie, o, si realmente parece que podría ganar, podrías salvarlo,
generando una deuda», escribió Wolff.
En el tercero, enviado en 2019, Epstein menciona que Trump le pidió
renunciar a la membresía al balneario ligado su residencia en
Mar-a-Lago, aunque él insiste en que «nunca» fue miembro.
«Por supuesto
que él (Trump) sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que
parara», le dice Epstein al periodista en referencia a la captación de
menores de edad que trabajaban en Mar-a-Lago para tráfico sexual por
parte de Maxwell.