MADRID.- El déficit comercial alcanzó los 35.483 millones  de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una  caída del 9,8% en relación con el mismo periodo del año anterior, según  los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
            
   Este resultado es consecuencia del aumento  del 17,3% de las exportaciones, hasta los 158.222 millones de euros,  mientras que las importaciones se situaron en 193.705 millones, lo que  supone un incremento del 11,2%.     
   El déficit energético aumentó un 22,5%,  mientras que el déficit no energético disminuyó un 68,9%. La tasa de  cobertura fue del 81,7%, porcentaje superior en 4,3 puntos al observado  en los nueve primeros meses de 2010.     
   Hasta septiembre, los principales sectores  exportadores españoles fueron el sector de bienes de equipo y el  automóvil, cuyas ventas al exterior crecieron un 16,9% y un 17,3%,  respectivamente. Por rúbricas, se registraron incrementos del 12,7% en  las ventas de componentes y del 19,6% en las de vehículos terminados.     
   Por su parte, las exportaciones de productos  químicos y de semifacturas no químicas mostraron incrementos  interanuales del 5,3% y del 19,4%, respectivamente, mientras que las de  alimentos aumentaron un 9,6% y las exportaciones de manufacturas de  consumo crecieron un 10,1%.     
   En cuanto a las importaciones, las de  productos energéticos crecieron un 29,4%, destacando el incremento del  32,1% en las compras de petróleo y del 16,3% en las del gas. Las  importaciones de productos no energéticos aumentaron un 7,1%.     
   Las compras al exterior de bienes de equipo  se incrementaron un 0,8% en términos interanuales, y las de productos  químicos, un 5,7%. Por su parte, las importaciones del sector del  automóvil registraron un avance del 6,4%, como consecuencia del  incremento del 14,2% en las compras de componentes, parcialmente  compensado por el descenso del 4,4% en las compras de vehículos  terminados.     
   Finalmente, las importaciones de  manufacturas de consumo y de alimentos crecieron a tasas interanuales un  6,7% y un 12,9%, respectivamente.     
   Por otro lado, hasta septiembre de 2011, el  saldo comercial con la UE registró un superávit de 3.174 millones, lo  que contrasta con el déficit de 4.415 millones del mismo periodo de  2010. Asimismo, se produjo un superávit frente a la zona euro por valor  de 1.258 millones.     
   Por áreas geográficas, las exportaciones  dirigidas a la UE, el 65,9% del total, se incrementaron un 14% en  términos interanuales. En el caso de las ventas a los países de la zona  euro (el 52,5% del total), el crecimiento fue del 10,6%. En concreto,  las ventas a Francia aumentaron un 11,4%, mientras que a Alemania  crecieron un 13%.     
   Por su parte, las ventas a países no  pertenecientes a la UE, el 34,1% del total, registraron un avance del  24,1% respecto a los valores del mismo mes de 2010. Las ventas a países  europeos no comunitarios aumentaron un 34,4%, mientras que las dirigidas  a América del Norte situaron su avance en el 28,4%.     
   Por su parte, las exportaciones dirigidas a  América Latina se incrementaron un 25,3%, y las dirigidas a Asia, un  18,1%. Finalmente, las ventas a países de África crecieron un 10,6%.     
   Por el lado de las importaciones, las  procedentes de la UE aumentaron un 5,5% en tasa interanual. Por su  parte, las compras a países de la zona euro crecieron un 6,2%, con un  aumento del 11,1% de las procedentes de Francia y del 8,1% de las de  Alemania.     
   Finalmente, las importaciones procedentes de  países no pertenecientes a la UE aumentaron un 18,1% respecto a los  valores de los ocho primeros meses de 2010. Las compras a países de Asia  crecieron un 14,1% y las compras a países europeos no comunitarios, un  29,3%. Igualmente, las importaciones procedentes de países de América  del Norte crecieron un 18,2%; las de África, un 16,8%, y las de América  del Sur, un 23,5%.
Dudas de S&P
El proceso de corrección de los  desequilibrios con los que partía España al producirse el estallido de  la crisis financiera en 2008 ha venido protagonizado casi en exclusiva  por las exportaciones, mientras que la reducción de los costes laborales  ha sido "pequeña", lo que el riesgo de recesión en 2012 de algunos de  los principales mercados de los productos españoles, podría "dificultar  considerablemente" el reequilibrio de la economía española, según  refleja un informe de Standard & Poor's. 
   La calificadora de riesgos ha analizado los progresos realizados  entre 2008 y 2011 por varios de los emisores soberanos de la eurozona  con mayores déficit por cuenta corriente, incluyendo a España, Estonia,  Irlanda, Portugal y Grecia.
   "El objetivo es valorar con qué rapidez las economías que habían  consumido por encima de sus ingresos anuales están dando la vuelta a la  situación hasta un superávit corriente restaurando su competitividad y  si esto tiene reflejo en un ajuste de los costes laborales unitarios",  apunta la agencia.
   En el caso de España, el análisis de S&P confirma que España  "se está reequilibrando" y destaca que entre 2008 y 2011 ha logrado  reducir su déficit corriente desde el 6,6% al 3% del PIB, casi  exclusivamente desde el lado de las exportaciones.
   De hecho, las exportaciones españolas de bienes y servicios  denominadas en euros en 2011 eran un 12% superiores a las de 2008,  mientras las importaciones se han mantenido en niveles similares, a  pesar del alza del petróleo y de otras materias primas.
   No obstante, la calificadora de riesgos apunta que, a pesar de que  la mejora de las exportaciones representa un elemento positivo, el  proceso de corrección de los desequilibrios en España es, a su vez,  desequilibrado, porque la contribución a este proceso de la reducción de  los costes laborales unitarios "es pequeña".
   "La devaluación interna que ha ocurrido, por ejemplo, en Estonia e  Irlanda, parece limitada en el caso de España al descenso de los  salarios en algunos sectores manufactureros", apunta la agencia en  función de los datos de la Organización para la Cooperación y el  Desarrollo Económico (OCDE).
   A este respecto, S&P plantea que este lento ajuste de los  costes laborales del conjunto de la economía puede reflejar el "casi  completo colapso de la actividad en el sector de la construcción" desde  el análisis del volumen de producción, así como "la rigidez y dualidad  del mercado laboral español" desde el lado de los salarios. Asimismo, la  agencia especula con la posibilidad de que se esté produciendo una  "devaluación interna oculta" mediante una caída nominal en los sueldos  pagados al margen del mercado laboral formal.
   "Si España puede sostener el mismo ritmo de comportamiento de las  exportaciones durante 2012 en vistas de la incertidumbre en las  perspectivas de crecimiento para la zona euro,  y sin un ajuste más  visible de los salarios nominales, es otra cuestión", plantea la  agencia.
   A este respecto, S&P advierte de que el 46% de las  exportaciones españolas tienen como destino a sus socios de la eurozona,  por lo que, dadas las presiones sobre la banca europea y la  financiación soberana, no se puede dar por segura la fortaleza de la  demanda externa a lo largo del próximo año.
   "Aunque probablemente se pueden encontrar otros mercados, no  reemplazarán de la noche a la mañana este 46% del volumen comercial.  Esperamos que una recaída en recesión de algunos mercados claves para  las exportaciones podría dificultar considerablemente el proceso de  corrección de los desequilibrios de España", apunta la agencia.