GAZA.- El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha cargado duramente
contra el senador republicano Lindsey Graham después de que sugiriera a
Israel el uso de armas nucleares en la Franja de Gaza, unas
declaraciones que ha achacado a "su declive moral" y su "mentalidad
genocida y colonialista".
"Las impactantes declaraciones formuladas por el senador
estadounidense Lindsey Graham en las que sugiere que la ocupación
fascista debería bombardear Gaza con una bomba nuclear demuestran la
profundidad de su declive moral y la mentalidad genocida y colonialista
que mantiene, en línea con algunos sectores de la élite política en
Estados Unidos", ha dicho el grupo.
"Condenamos estos llamamientos y posiciones, que tienen lugar en el
contexto de ofrecer unas obligaciones de lealtad a la ocupación fascista
y que los convierte en socios de una guerra de exterminio", ha
recalcado Hamás, según ha recogido el diario palestino 'Filastin',
vinculado al grupo islamista.
Así, Hamás ha pedido "a los
pueblos libres del mundo" que "condenen y denuncien estas posiciones" y
que "sigan presionando para poner fin a la agresión y a la guerra de
exterminio y hambre contra el pueblo palestino", tras la muerte de más
de 35.000 personas a causa de la ofensiva israelí contra Gaza tras los
ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo, que dejaron unos 1.200
muertos en Israel.
La reacción de Hamás ha llegado horas
después de que Graham trazara un paralelismo entre el conflicto en Gaza y
la decisión de Estados Unidos de lanzar dos bombas nucleares contra
Japón durante la Segunda Guerra Mundial y afirmara que Israel "debe
hacer lo que tenga que hacer" para ganar la guerra.
"¿Por qué
lanzamos dos bombas nucleares contra Hiroshima y Nagasaki para ganar una
guerra que no podíamos permitirnos perder?", se preguntó el senador en
una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense NBC.
"Cuando hicimos frente a la destrucción como nación como Pearl
Harbor, luchando contra los alemanes y los japoneses, decidimos poner
fin a la guerra bombardeando Hiroshima y Nagasaki con armas nucleares.
Fue la decisión adecuada", sostuvo.
En este sentido, Graham
pidió "dar a Israel las bombas que necesite para poner fin a la guerra y
trabajen para minimizar víctimas", sin dar detalles sobre cómo se
abordaría este último punto.
"No pueden permitirse perder", dijo, antes
de afirmar que los críticos con la ofensiva "aparentemente no entienden a
qué hace frente Israel".
"¿Por qué está bien que Estados Unidos lance dos bombas nucleares
contra Hiroshima y Nagasaki para poner fin a una guerra que suponía una
amenaza existencia? ¿Por qué estuvo bien que lo hiciéramos? Creo que
estuvo bien. Israel, hagan lo que tengan que hacer para sobrevivir como
Estado judío. Lo que sea", apostilló.
Ante las preguntas por
parte de la periodista Kristen Welker sobre la decisión del expresidente
Ronald Reagan de limitar la entrega de armas a Israel durante la guerra
con Líbano en los años ochenta y el paralelismo con la advertencia
formulada por el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, sobre
una medida similar en caso de invasión de Rafá, Graham dijo que el
anuncio del mandatario "es la peor decisión en la historia" de las
relaciones bilaterales con Israel.
"Cuando se dice al mundo que
vas a limitar la entrega de armas al Estado judío que lucha en tres
frentes por su supervivencia, refuerzas a Irán y Hamás", manifestó,
antes de incidir en que el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar
"posiblemente está contento por la idea de que hay diferencias entre
Estados Unidos e Israel y las negociaciones sobre los rehenes son más
difíciles".
"La destrucción de Hamás no es negociable. Nadie en
Israel puede permitir que Hamás siga en pie militarmente o
políticamente. Cómo llegar a eso puede ser sometido a negociaciones",
manifestó.
"Mi problema no es con las armas que Israel usa, sino con las
tácticas que usa Hamás (en el conflicto) y con que Estados Unidos pueda
no enviar financiación (a Israel)", zanjó.
Israel lanzó una
ofensiva contra la Franja de Gaza tras ataques del 7 de octubre, que
dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. La ofensiva
militar contra Gaza deja hasta la fecha más de 35.000 palestinos
muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, a los
que se suman más de 480 muertos a manos de las fuerzas de seguridad
israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y
Jerusalén Este.