BUCAREST.- El candidato europeísta Nicusor Dan ganó este domingo por sorpresa las elecciones presidenciales en Rumanía, tras sumar un 55,1% de los votos emitidos dentro del país, con un escrutinio del 99,85% y sin posibilidad matemática para su rival, el ultranacionalista George Simion, que con el 46% de los votos ya no podría revertir el resultado con el escrutinio restante del voto en el exterior.
La jornada estuvo marcada por una alta participación, acusaciones de fraude denunciadas por Simion
y desmentidas por las autoridades rumanas, que, a su vez, apuntaron que
existen de nuevo indicios de injerencia rusa en el proceso electoral.
La participación en las urnas llegó a casi el 65%, 12 puntos más que en
la primera vuelta del 4 de mayo, lo que refleja la alta polarización en
unas elecciones que pueden definir el futuro de Rumanía.
Simion, de 38 años, llegaba como favorito tras imponerse con casi el 41% de los votos en la primera vuelta, el doble que Dan.
Estas elecciones se desarrollan en un contexto excepcional: una repetición del proceso anulado en noviembre tras las denuncias de injerencia rusa en favor del entonces vencedor, Calin Georgescu, un candidato prorruso que ganó por sorpresa y que fue posteriormente inhabilitado.
Su
exclusión abrió espacio para Simion, quien se ha declarado "heredero
político" de Georgescu y ha recibido su apoyo explícito durante la
campaña.
Simion
y su formación comenzaron a denunciar un supuesto fraude electoral el
viernes, aunque hasta ahora no han presentado pruebas verificables.
Diversos
analistas interpretan estas acusaciones como parte de una estrategia
para movilizar a su electorado y sentar las bases de una posible
impugnación en caso de derrota.
El candidato ultraderechista, admirador declarado del presidente estadounidense Donald Trump,
ha adoptado lemas y tácticas similares, como el uso de redes sociales,
ataques a las élites y la denuncia de un supuesto "sistema manipulado".
Nicușor
Dan, alcalde independiente de Bucarest y matemático de formación,
emergió como una alternativa centrista y ha atraído el voto de la
población urbana, joven y liberal.
A sus 55 años, se presentó como defensor del Estado de derecho, la integración europea y continuar con el apoyo militar a Ucrania.
En su primera intervención después del cierre de las urnas, Dan llamó a la unidad y a luchar contra la polarización del país.
En
la capital rumana, un feudo de Dan, fue evidente este domingo la
movilización ciudadana para votar a favor de la opción europeísta.
"He
votado al candidato correcto para mi país y mi futuro. No quiero vivir
en un país donde el presidente tiene ideas extremistas apoyadas por la
mayoría de la población", dijo María después de votar en la
céntrica Facultad de Arquitectura.
Otro universitario, Marius, explicó que votó por Dan porque "ni Simion ni sus ideas deben representar a Rumanía en el mundo".
El nuevo jefe del Estado deberá designar un primer ministro con capacidad de formar Gobierno y gestionar la delicada situación económica del país, que sufre el mayor déficit presupuestario de la UE.
El
presidente rumano tiene atribuciones en política exterior, defensa y en
el nombramiento de altos cargos, incluido el primer ministro.
Nicusor
Dan agradeció a sus seguidores su apoyo y les pidió que sigan apoyando
su labor como futuro presidente de Rumanía, poco después de que se
confirmara su victoria matemática en las elecciones celebradas este
domingo.
"Es su victoria, la de miles y miles de personas que han creído que Rumanía puede cambiar en la dirección correcta",
proclamó Dan, desde la sede de su campaña en Bucarest, ante una
multitud eufórica que ondeaba banderas de Rumanía y de la Unión Europea.
"No olviden su fuerza, porque vamos a tener que superar más cosas. Rumanía comienza una nueva etapa y necesita de cada uno de ustedes", agregó.
Revés inesperado
El candidato europeísta Nicusor Dan ganó las elecciones presidenciales en Rumanía, tras sumar el 55,1 % de los votos emitidos dentro del país, con un escrutinio del 99,9 %.
Aunque aún falta por contar parte del voto de la diáspora,
mayoritariamente favorable al candidato ultranacionalista George Simion,
éste no será suficiente para revertir el resultado.
La ventaja
anunciada es de unos 890.000 sufragios y dado que el número de votos
restantes por contar es inferior a esa cifra, su victoria está
confirmada de forma matemática.
Miles de personas, en su mayoría jóvenes, se han congregado
en el centro de Bucarest frente a la sede de campaña de Dan, con
banderas de la Unión Europea y de Rumanía para festejar la
victoria, en un ambiente festivo y con algunas personas coreando gritos
de 'Europa, Europa' y 'Nicusor, Nicusor' Dan salió también a saludar a
los reunidos con una bandera de la Unión Europea y de Rumanía y en una
entrevista concedida al canal Antena 3 dijo que mañana mismo (por este lunes) comenzará
los contactos para formar un nuevo Gobierno.
La jornada electoral estuvo marcada por una participación muy alta, denuncias de fraude por parte de Simion -rechazadas
por las autoridades- y nuevas advertencias del Gobierno rumano de
indicios de injerencias rusas en el proceso electoral. La afluencia a
las urnas llegó a casi el 65 %, lo que supone dos millones de votantes
más que en la primera vuelta del 4 de mayo y refleja la alta
polarización en unas elecciones clave para el futuro de Rumanía.
Simion, de 38 años, llegaba como favorito, tras imponerse con casi el
41 % de los votos en la primera vuelta y lograr casi el doble de apoyos
que Dan. El líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR)
canalizó el descontento popular hacia el sistema político y movilizó a
amplios sectores rurales y jóvenes con un discurso nacionalista y
euroescéptico.
En su primera intervención tras el cierre de las urnas, Simion
declaró que había ganado, pese a las encuestas que auguraban su derrota y
anunció que sería «el presidente de todos los rumanos».
«Estimamos
una victoria con más de 400.000 votos de diferencia, una victoria del
pueblo rumano humillado y que ha sido robado hasta ahora», dijo Simion
ante sus simpatizantes, que se mostraban poco jubilosos por los malos
sondeos.
Estas elecciones se desarrollan en un contexto excepcional: una
repetición del proceso anulado en noviembre, tras las denuncias de
injerencia rusa en favor del entonces vencedor, Calin Georgescu, un
candidato proruso que ganó por sorpresa y que fue posteriormente
inhabilitado.
Su exclusión abrió espacio para Simion, quien se ha
declarado «heredero político» de Georgescu y ha recibido su apoyo
explícito durante la campaña.
Simion, un admirador de Donald Trump, comenzó a denunciar un supuesto
fraude electoral el viernes, aunque hasta ahora no han presentado
pruebas verificables. Diversos analistas interpretan estas acusaciones
como parte de una estrategia para movilizar a su electorado este domingo
y sentar las bases de una posible impugnación en caso de derrota.
Nicușor Dan, alcalde independiente de Bucarest y matemático de
formación, ha emergido como una alternativa de centro y ha atraído el
voto de la población urbana, joven y liberal. A sus 55 años, se presenta
como defensor del Estado de derecho, la integración europea y continuar
con el apoyo militar a Ucrania.
En la capital rumana, un feudo de Dan, fue evidente este domingo la
movilización ciudadana para votar a favor de la opción europeísta. «He
votado al candidato correcto para mi país y mi futuro. No quiero vivir
en un país donde el presidente tiene ideas extremistas apoyadas por la
minoría de la población», dijo María después de votar en la
céntrica Facultad de Arquitectura.
Otro universitario, Marius, explicó
que votó por Dan porque «ni Simion ni sus ideas deben representar a
Rumanía en el mundo».
El nuevo jefe del Estado deberá designar un
primer ministro con capacidad de formar gobierno y gestionar la delicada
situación económica del país, que sufre el mayor déficit presupuestario
de la UE.
El presidente rumano tiene atribuciones en política
exterior, defensa y en el nombramiento de altos cargos, incluido el
primer ministro.