BEIRUT.- El vice secretario general del partido-milicia chií Hezbolá, Naim
Qasem, ha asegurado este martes que las tropas israelíes "no han logrado
avances" significativos en el sur de Líbano tras desatar la semana
pasada una nueva invasión del país y ha reiterado que el grupo ha
superado los "dolorosos golpes" sufridos a nivel organizativo tras la
muerte de varios altos cargos, incluido su líder, Hasán Nasralá, en
bombardeos ejecutados por Israel.
Qasem ha indicado que "los
enfrentamientos terrestres en el sur han comenzado y el enemigo no ha
avanzado", antes de recalcar que las fuerzas israelíes "no han podido
hacer nada".
"Los metros que hayan podido ganar no valen nada", ha
subrayado, al tiempo que ha mostrado la voluntad de Hezbolá de
"enfrentarse al enemigo, ya sea en las líneas de frente o detrás de
ellas".
Así, ha recalcado que el Ejército israelí "sufrirá grandes pérdidas" y
ha afirmado que los milicianos "no abandonará sus posiciones", según ha
recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al grupo,
en el que supone el segundo discurso público de Qasem desde la muerte
de Nasralá en un bombardeo perpetrado el 27 de septiembre por Israel
contra la capital de Líbano Beirut.
"Cuando más se prolongue la guerra, más aumentarán las dudas de
Israel", ha manifestado Qasem, quien ha reseñado que los intentos
israelíes de acabar con el grupo "están fracasando".
"El movimiento de
resistencia está cohesionado", ha indicado, antes de remarcar que Israel
"está pagando un precio similar al que ha pagado la resistencia".
En este sentido, ha afirmado que "el frente libanés ha secado al
enemigo durante once meses y ha expulsado a decenas de miles de
colonos", al tiempo que ha argüido que Hezbolá decidió atacar a Israel
el 8 de octubre de 2023, un día después de los ataques perpetrados por
el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones
palestinas, para "ayudar a aliviar el sufrimiento en Gaza y defender a
Líbano".
"El objetivo de la ocupación era acabar totalmente con
la resistencia y exterminar al pueblo palestino", ha dicho el 'número
dos' de Hzebolá, quien ha recalcado que el primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, "ha dicho en repetidas ocasiones que quería un nuevo
Oriente Próximo". Por ello, ha incidido en que Líbano "iba a ser
atacado de todas formas", aunque no hubiera actuado hace un año.
Asimismo, ha criticado duramente a Estados Unidos y otros aliados
occidentales de Israel por su respaldo a las autoridades israelíes y ha
indicado que sus esfuerzos para "presionar" y "asustar" a Hezbolá "no
tendrán éxito".
"El enemigo inició la guerra contra Líbano, contando con
apoyo estadounidense, pero la guerra no afectará nuestra determinación a
la hora de hacerle frente", ha argüido.
Qasem ha ensalzado
además que los resortes de "liderazgo, control y administración" de
Hezbolá "están organizados con precisión".
"Hemos superado los dolorosos
golpes que han caído sobre nosotros y no hay puestos vacantes. Todos
los puestos están ocupados y Hezbolá trabaja de forma regular", ha
puntualizado, si bien aún queda por anunciar el nombre del nuevo líder
del grupo, algo que "será completado en línea con los mecanismos
organizativos y anunciado en su debido momento".
En otro orden de cosas, Qasem ha expresado su apoyo al presidente del
Parlamento de Líbano, Nabih Berri, quien es además líder del movimiento
chií AMAL, aliado de Hezbolá. Así, ha descrito al histórico político
como "un hermano mayor" y ha recalcado que "confía en su liderazgo"
mientras trabaja para "lograr un alto el fuego".
"Hezbolá y
AMAL son uno en los buenos y los malos momentos y tenemos total
confianza en el liderazgo de nuestro hermano mayor, Nabih Berri", ha
apuntado, antes de incidir en que el grupo "apoya el impulso político
encabezado por Berri apra lograr un alto el fuego".
"Antes del alto el
fuego, cualquier otra discusión no nos afecta", ha dicho.
De
esta forma, ha dejado implícito que el papel a nivel político a la hora
de lograr un acuerdo de alto el fuego recaería en Berri, quien por ahora
no se ha pronunciado sobre las declaraciones de Qasem.
"Si el enemigo
continúa la guerra, todo se decidirá en el campo de batalla y nosotros
no rogaremos por una solución", ha reiterado, en referencia a que
Hezbolá no dará el paso de reclamar un alto el fuego.
"Esta
guerra es una para ver quién grita primero (pidiendo ayuda), y no
seremos nosotros. Continuaremos y nos sacrificaremos y, si Dios quieren,
escucharán gritar al enemigo", ha subrayado, al tiempo que ha acusado a
Israel de atacar a la población civil para "presionar" y "crear
diferencias entre la resistencia y el pueblo libanés".
Por
último, ha insistido en que las "capacidades" de Hezbolá siguen "bien" y
ha apuntado que "lo que afirma el enemigo sobre los daños causados a
las mismas son una ilusión y una mentira".
"Estamos golpeando al enemigo
y expandiendo el alcance de nuestros proyectiles y drones. Llegaremos
al punto en el que tomemos decisiones en línea con nuestro plan", ha
zanjado.
El ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bu Habib,
afirmó la semana pasada Nasralá había dado su visto bueno a un alto el
fuego con Israel poco antes de morir.
"Los libaneses lo aceptamos",
dijo, en referencia a la propuesta de tregua de 21 días presentada el 25
de septiembre por Estados Unidos y Francia, rechazada por Netanyahu
tras haber dado su visto bueno aparente antes de la publicación de la
petición internacional.
Las declaraciones de Qasem han sido
formuladas con motivo del primer aniversario del estallido de los
enfrentamientos con Israel y han llegado horas después de que el
Ejército israelí anunciara el despliegue de otra división en territorio
libanés, con lo que aumentan a cuatro las implicadas en la invasión de
Líbano, descrita por Israel como una operación "selectiva y limitada"
contra "objetivos terroristas e infraestructuras" de Hezbolá.
La ofensiva fue lanzada tras cerca de dos semanas de ataques
intensificados y ha ido en paralelo con un recrudecimiento de los
bombardeos contra la capital, Beirut, y otras zonas del país. Las
autoridades libanesas han denunciado más de 2.000 muertos a causa de los
ataques israelíes durante el último año, mientras que miles de personas
han resultado heridas y cerca de 1,2 millones se han visto forzadas a
huir de sus hogares.
El repunte de las hostilidades se enmarca
en los enfrentamientos desde hace cerca de un año, después de que
Hezbolá atacara territorio israelí un día después de los ataques
perpetrados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otras facciones
palestinas, que llevaron a Israel a desatar una cruenta ofensiva contra
la Franja de Gaza.