PANAMÁ.- Latinoamérica no es el continente más pobre del mundo, pero es donde hay  mayores desigualdades y un amplio sector de la población se ve excluido  del desarrollo, según Nigel Chapman, presidente de la organización  humanitaria Plan. 
En una entrevista en Panamá, donde esta  organización de ayuda a la infancia mantuvo esta semana una reunión  sobre sus estrategias, Chapman aseguró que en cuanto a desarrollo  Latinoamérica y 
Asia "están logrando progresos significativos en muchas áreas".
"A  mi me gusta ser optimista" respecto a la situación de la niñez en  Latinoamérica. "En esta parte del mundo, por ejemplo, se está avanzando  más rápido en escolarización que en el resto. Ese es un signo positivo",  aseguró el máximo directivo de la ONG.
"Pero hay sectores en los  que (la región) no está tan bien (...) Las tasas de crecimiento  económico están beneficiando a un sector de la población, pero hay  grupos que se ven excluidos y que se están quedando rezagados", agregó.
Chapman,  que hace poco más de dos años puso fin a una carrera de 30 años en la  BBC para dirigir Plan, una de las principales organizaciones  internacionales de ayuda a la infancia, aseguró que desde su "punto de  vista esa es la cuestión principal".
"Los niveles de educación de  las clases medias y altas están cada vez mejores, pero las poblaciones  excluidas, los grupos indígenas, los afrodescendientes, los de las zonas  apartadas se están quedando atrás, y para esos niños cada vez hay menos  recursos", apuntó por su lado Roland Angerer, director regional de Plan  para Latinoamérica.
Nigel Chapman afirmó que ese es un factor que  genera "tensión social" y rechazó el hecho de que el progreso se deba  lograr a expensas de una parte de la población.
"Existía la teoría  de que aumentar el producto interior bruto (PIB) de estos países era  suficiente para que se distribuyera entre la población, pero ya sabemos  que esa es sólo parte de la solución. El crecimiento económico aumenta  la riqueza, pero no es suficiente, porque la desigualdad en la  distribución hará aflorar tensiones sociales", agregó este británico de  55 años.
Plan, dijo, centra su trabajo en la sanidad, el  desarrollo de la niñez en general, en enfermedades como el VIH, pero  considera especialmente decisivo mejorar la educación, porque "es el  factor más importante para sacar a la niñez de la pobreza y porque  contribuye a que la riqueza vaya a la familia y a la comunidad".
Uno  de los programas más emblemáticos de Plan está dirigido a las niñas y  actualmente se desarrolla en Guatemala, Honduras, El Salvador,  Nicaragua, Haití, la República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú,  Bolivia, Paraguay y Brasil".
"Sabemos que si invertimos en las  niñas y en sus derechos cuando son pequeñas, para que eventualmente no  abandonen la escuela, cuando se conviertan en jóvenes mujeres van a  tener más éxito económico y eso se va a reflejar en sus familias y  comunidades", declaró.
Sin llegar a afirmar directamente que las  mujeres son más solidarias que los hombres, Chapman dijo creer que éstos  "no son tan buenos como las mujeres a la hora de invertir los frutos de  su trabajo en sus familias y sus comunidades".
Respecto a la  ayuda al desarrollo, se quejó de que muchas naciones ricas del G-20 no  han cumplido sus promesas, y que sólo dos o tres han honrado su  compromiso de aportar un siete por ciento del PIB.
Sobre la  responsabilidad social de las grandes empresas Chapman dijo que es un  asunto en el que se ha avanzado mucho, pero indicó que en realidad se  trata de una "cuestión de interés".
"Les interesa que los niños  reciban una buena educación, porque es algo que va a suponer un aporte a  su organización en el futuro", afirmó, y añadió que a las empresas les  interesa cada vez más trabajar con las ONGs porque "saben que  contribuyen a la estabilidad social y que tienen que pensar en un mundo  más amplio".
Afirmó que los programas de ayuda de Plan no se han visto afectados por la 
crisis económica  e indicó que ellos intentan llegar a sectores más marginados como las  niñas, los niños de las minorías, los que tienen discapacidad, los que  habitan en zonas muy aisladas, los desamparados o los que viven en  familias muy pobres.
"Los niños más pobres del mundo no están en  este continente, están en África (...) pero (la desigualdad) es un  asunto que tienen que abordar los países de este continente", afirmó.