El Legislativo peruano aprobó las cuatro mociones para sacar a
Boluarte del poder con 122 votos a favor de un total de 130, una cifra
muy superior a los 87 que se requerían para que la iniciativa fuese
exitosa, en una sesión donde la mandataria no se presentó ante el
hemiciclo para ejercer su defensa.
La primera presidenta mujer de Perú terminó así un mandato de dos
años y diez meses desde que a finales de 2022 asumiese la Presidencia
para suceder al izquierdista Pedro Castillo (2021-2022), del que era su
vicepresidenta, y se mantuviese en el poder gracias al respaldo de un
grupo de fuerzas de derecha que controlan el Congreso y que ahora
promovieron y apoyaron su salida.
El proyecto de ley de destitución leído ante de la votación del
Congreso señaló que se declara la "permanente incapacidad moral de la
presidenta de la República y la vacancia de la presidencia de la
República" peruana.
Detalló que este jueves se presentaron cuatro mociones de orden del
día que propusieron la destitución de Boluarte por una causal
establecida en la Constitución peruana.
Por ese motivo, resolvió declarar su "permanente incapacidad moral" y
la vacancia de la presidencia, así como "en consecuencia, la aplicación
del régimen de sucesión establecido" en la Constitución peruana.
Esa sucesión indica que, al no tener Boluarte vicepresidentes, asume
la jefatura del Estado el presidente del Congreso, cargo que ejerce
actualmente el derechista José Jerí.
Boluarte no acudió al hemiciclo para ejercer su derecho a defensa,
por lo que Jerí anunció la decisión de continuar con el proceso de
destitución. "En vista de que ha sido convocada y no se ha presentado se
procederá con el proceso de vacancia", remarcó.
De inmediato propuso que comience un debate de las mociones, pero un
grupo de parlamentarios planteó una cuestión previa para evitar ese
proceso e ir de inmediato a la votación.
Poco antes, uno de los abogados de Boluarte, Juan Carlos Portugal,
anunció en la red social X que la gobernante no iba a convalidar el
proceso en su contra acudiendo al Congreso.
"Un debido proceso parlamentario -cuya decisión afecta derechos
constitucionales- tiene mínimas y esenciales exigencias. El derecho a la
defensa, y su preparación dentro de un plazo razonable, es una de
ellas", aseguró.
Portugal acusó, en ese sentido, al Congreso de haber renunciado "a esta garantía" y consumar "su violación".
"Los derechos y garantías de orden constitucional y procesal, no
tienen rostro. No lo convalidaremos, y por esa razón, no acudiremos al
Parlamento nacional. No en estas condiciones", concluyó.
Otro de sus abogados, Joseph Campos, informó en la cadena estatal TV
Perú que él le recomendó a la gobernante que no asista al Congreso
porque desconocían el contenido de mociones de vacancia presentadas en
su contra.
Todas las mociones de destitución presentadas contra Boluarte fueron
aceptadas por no menos de 113 votos y el Parlamento también aprobó
convocar de inmediato a Boluarte con 118 votos a favor, lo que supera
las cuartas quintas partes de la Cámara.
El proceso fue irreversible después de recibir el respaldo de los
partidos de derecha que hasta ahora sostenían a Boluarte en el poder
desde que asumió la Presidencia en diciembre de 2022 y cuando solo
faltan seis meses de celebrarse las elecciones generales peruanas de
2026, convocadas para el mes de abril.
Entre los promotores del proceso de destitución hubo varios partidos
que han respaldado a la mandataria pero que tienen líderes con
aspiraciones presidenciales, como el del ultraconservador Renovación
Popular, Rafael López Aliaga, quien es el alcalde de Lima; y el del
derechista Podemos Perú, del empresario José Luna.
En el transcurso de la jornada se acumularon de manera repentina y
sin previo aviso hasta cuatro mociones de destitución contra Boluarte,
que de un momento a otro se quedó sola tras quedarse sin el apoyo de los
socios que le han permitido gobernar desde hace casi tres años a cambio
de abandonar el proyecto político de su predecesor, el izquierdista
Pedro Castillo (2021-2022), quien protagonizó un fallido intento de
golpe de Estado frente a una posible destitución.
Boluarte deja el cargo como la presidenta más impopular de
Latinoamérica, con una aprobación de apenas un 3 % según varias
encuestas, debido a las más de 50 muertes durante la represión a las
protestas que pedían nuevas elecciones tras la destitución y
encarcelamiento de Castillo, así como numerosas investigaciones por
presunta corrupción.
Al consumarse su destitución, debe asumir la Presidencia de manera
interina el presidente del Congreso hasta la celebración de las nuevas
elecciones, con lo que se convertirá en el séptimo mandatario de Perú
desde 2016, tras Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra
(2018-2020), Manuel Merino (2020-2020), Francisco Sagasti (2020-2021) y
Pedro Castillo (2021-2022), además de Boluarte.