LONDRES.- BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, está reduciendo su exposición a la deuda española, irlandesa y griega por razones de estrategia, a la espera de que la renta fija de estos países periféricos de la zona euro presente mejores oportunidades de inversión.
   En un informe sobre la situación y perspectivas de Irlanda, la  gestora explica que su estrategia actual consiste en infraponderar la  deuda soberana de los tres países por la brecha de precio que presentan  respecto al bono alemán.
   El giro estratégico de BlackRock respecto a la deuda española,  que antes recomendaba comprar a los inversores, se produce después de  que el pasado 27 de octubre el Rey Juan Carlos I recibiera en audiencia  pública en el Palacio de la Zarzuela al presidente y consejero delegado  de Blackrock, Laurence Fink, con el objetivo de recabar información de  primera mano de uno de los principales inversores extranjeros en el  país.
   Según el informe elaborado por el equipo de renta fija de  BlackRock, los 'spread' de los bonos de países periféricos, espoleados  por los temores de quiebra de miembros de la zona euro, "no son  políticamente aceptables" y deberían dar lugar, eventualmente, a  oportunidades financieras más atractivas.
   La gestora indica que mantendrá una estrecha vigilancia sobre  la evolución de la deuda española, irlandesa e italiana en los mercados  de renta fija de cara a una mejora de precios tras el agudo deterioro de  precios en relación con el 'bund' registrado en las últimas semanas.
   Los bonos irlandeses son los que más han sufrido en este  periodo, aunque las necesidades de financiación de Irlanda son menores  que las que tenía Grecia antes de ser rescatada por la UE, y ha  demostrado su voluntad de implementar medidas de consolidación fiscal  muy severas, considera la gestora de fondos.
   Por otro lado, la firma apunta que los retos fiscales de  Irlanda son muy onerosos y podrían crecer aún más ante las debilidades  que presenta el sector financiero, muy expuesto al sector inmobiliario,  en el que los precios de la vivienda podrían seguir bajando.
   Black Rock precisa que, en su opinión, la probabilidad de que  quiebre algún país de la zona euro es "extremandamente baja e  improbable" en un horizonte de tres años.
   Sin embargo, aboga por que las autoridades de política  económica de la zona euro actúen "con prestancia y de forma unida" para  prestar apoyo a los países que han de hacer esfuerzos para avanzar en el  control del déficit público.
   "La zona euro tiene que decidirse entre creer o no creer en su  marco de supervisión financiera, voluntad política y Pacto de  Estabilidad y Crecimiento", dice el informe de Black Rock.
   "Si cree en sí misma, una ayuda de liquidez a los países más  débiles no tiene por qué ser una carga para los contribuyentes, sino una  inversión rentable. En caso contrario, no puede pretender que el  mercado siga comprando sus bonos", argumenta.
   BlackRock es uno de los mayores inversores en España con  participaciones significativas en el capital de grandes empresas del  Ibex, como Santander, Telefónica, Repsol o Iberdrola.
   BlackRock se considera una compañía líder en gestión de  inversiones, gestión del riesgo y servicios de asesoramiento para  clientes institucionales y distribuidores de todo el mundo. A cierre de  septiembre de 2010, gestionaba activos por valor de 3.446 millones de  dólares (2.495 millones de euros).
   La firma ofrece productos que abarcan un amplio espectro de  niveles de riesgo para satisfacer las necesidades de los clientes,  incluyendo estrategias de gestión activa y pasiva en todos los mercados y  tipos de activos.
   BlackRock también ofrece servicios de gestión del riesgo,  asesoramiento estratégico y sistemas de inversión empresariales a una  amplia gama de clientes institucionales a través de BlackRock Solutions.
   La firma tiene sede en Nueva York, cuenta con más de 8.900  empleados en 24 países, y tiene presencia en Norteamérica,  Latinoamérica, Europa, Asia, Australia, Oriente Medio y África.

