Han
pasado casi cinco años desde uno de los momentos más traumáticos que
como sociedad globalizada nos ha tocado vivir. Y parece que esa
experiencia tan funesta de la pandemia por Covid-19 se haya enterrado
profundamente.
Pasado el problema, mejor olvidar lo terrible: la vida
sigue. A estas alturas, nadie quiere nadie quiere nueva información para
confesarse como infantil, miedoso, crédulo, cuando no como dueño de una
voluntad ligera y manejable.
Bien, esta intro viene a cuento a raíz del informe Revisión posterior a la acción de la Pandemia de COVID-19: Lecciones aprendidas y
un camino a seguir, publicado este 2 de diciembre de 2024 por la Cámara
de Representantes del Congreso de EE.UU.
Durante dos años, el Subcomité
Selecto para la Pandemia de Coronavirus ha llevado a cabo la
investigación más exhaustiva realizada hasta la fecha: entrevistas y
declaraciones de los responsables y gestores, documentos administrativos
y farmacéuticos, cartas de investigación y revisión de hasta más de un
millón de páginas documentales... que cambian radicalmente el relato que
teníamos de la pandemia.
Según
este informe de más de 500 páginas, aquí un sucinto listado de algunos
conocimientos que debemos actualizar en nuestro disco duro en
concordancia a los hechos:
1-El
origen más probable del virus Covid-19 fue una fuga del laboratorio de
Wuhan, se desbanca el contagio de origen animal y se vuelve así a la
primera versión de 2019. Fue y es un virus creado por el hombre, que
apunta a un experimento de ganancia de función financiado por EE.UU.
2-La
obligatoriedad del uso de mascarillas no provenía de una evidencia
científica concluyente para la prevención de la enfermedad. Mientras que
el distanciamiento social de "metro y medio", que cerró escuelas y
pequeñas empresas en todo el país, fue una medida arbitraria tampoco
basaba en la ciencia; para más sorna, el Dr. Fauci testificó que esta
medida "simplemente apareció", sin más.
3-Sobre
los confinamientos: los encierros domiciliarios prolongados causaron un
"daño inconmensurable" no solo a la economía, sino también a la salud
mental y física de los ciudadanos con un efecto particularmente negativo
en las personas más jóvenes (y especialmente en niñas adolescentes).
4-Contrariamente
a lo prometido, la vacuna del Covid-19 no detuvo la propagación ni la
transmisión del virus y su aprobación respondió a un plazo arbitrario, a
pesar de la advertencia científica de la probabilidad de eventos
adversos. Fue una decisión política, no sanitaria, por lo que su
obligatoriedad (y el pasaporte sanitario) no estaba respaldada por la
ciencia, causando más daño que bien.
No se informó adecuadamente sobre
las lesiones que originaba y se deterioró la confianza pública en la
seguridad de las vacunas. Obligar a ciudadanos sanos pisoteó las
libertades individuales y no tuvo en cuenta la libertad médica. Además,
la Administración no está siendo eficiente, justa ni transparente con
las reclamaciones por las lesiones generadas.
5-Para
poder sacar al mercado e implementar la inoculación de la vacuna
experimental como único medio de control de la enfermedad, los
funcionarios de salud pública participaron en un esfuerzo coordinado
para ignorar la inmunidad natural, así como descalificaron otros
fármacos eficaces ante la enfermedad.
6-Se
ejerció la censura de la información no oficial relativa a la pandemia:
los funcionarios de salud pública a menudo desinformaron a través de
mensajes conflictivos, reacciones viscerales, demonizaciones (p.e., la
fuga de laboratorio o las vacunas). A su vez, la Administración empleó
métodos antidemocráticos y probablemente inconstitucionales, incluso
presionó a las compañías de redes sociales para censurar contenidos.
7-Ha
habido falta de eficacia y transparencia en el uso de fondos de los
contribuyentes y de los programas de ayuda creados para abordar la
pandemia de coronavirus, habiéndose cometido corrupción, estafas y abuso
de forma generalizada.
8-La
respuesta de la OMS a la pandemia de Covid-19 fue un "fracaso rotundo",
y con su prospectivo y vinculante Tratado de Pandemias puede dañar la
soberanía de un país como EE.UU.
El
listado de hechos que hay que actualizar podría continuar, quien lo
desee puede hincar el diente al informe. Para cerrar el texto de un tema
que no debería prescribir, tres reflexiones:
Cabe
preguntarse por qué en España a cinco años del año cero no se realiza
una investigación y evaluación rigurosa y en profundidad de la gestión
de la pandemia al estilo de la EE.UU.
Muertes, pánico, recorte de
derechos fundamentales, coerción médico-institucional, la situación
colectiva de histeria, el miedo, la ansiedad o el qué dirán marcaron
actitudes y comportamientos cuyas consecuencias aún hoy se pueden notar
en cierta fractura social, en la economía, en el estado mental, en la
salud de enfermos por Covid-19 y los vacunados contra Covid-19, en la
desconfianza en las instituciones, etc.
Más allá de la asunción de
responsabilidades, la investigación servirá para corregir errores y
marcar aciertos en caso de producirse alguna futura pandemia.
Segunda. Lo que eran bulos y fake news
de muchos de aquellos etiquetados como negacionistas ahora está
alineado con los hechos probados. En adelante, como ciudadanos
deberíamos escuchar otras voces y otros ámbitos, aunque no concuerden
con la narrativa del Estado, de los medios tradicionales, con los
verificadores de información, con la mayoría de la sociedad ni con
nuestra más arraigada ideología.
Y hacerlo, siempre y en todo momento y
para cualquier fuente, de manera crítica y distanciada, recordando que
la urgencia del miedo es la peor consejera.
Pasadas
más de dos semanas de la publicación de la investigación y sus
resultados por parte del congreso de EE.UU., apenas hay repercusión en
los medios de comunicación hegemónicos. Solo en algunos está descrita de
pasada, ofreciendo apenas algún punto relevante pero inofensivo para la
narrativa oficial.
Únicamente medios externos al ecosistema tradicional
han ofrecido la información de manera rigurosa y, afortunadamente, aquí
también queda un registro. Esta es la tercera reflexión.
A partir de este punto, cada uno seguirá con sus cosas, pero como con el fotograma de El club de la lucha, ya no se podrá dejar de ver en adelante lo que no se ha visto.
(*) Periodista español
https://www.elmundo.es/cataluna/2024/12/20/6765c25de4d4d8ba388b457e.html