BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea tratarán en su
reunión del lunes en Bruselas si hay fundamento para revisar el acuerdo
de asociación con Israel por violaciones de Derechos Humanos en su
ofensiva en Gaza, en una cita en la que esperan desbloquear las
sanciones contra colonos violentos que llevan semanas congeladas por las
reticencias de Hungría.
La cita de este lunes, en la que habrá
una videoconferencia con el secretario de Estado estadounidense, Antony
Blinken, está llamada lanzar el debate sobre si cabe revisar las
relaciones con Israel tras la demanda conjunta de España e Irlanda a la
Comisión Europea y al Alto Representante de la Unión Europea para
Política Exterior, Josep Borrell, para que analizara en el plazo de un
mes si Tel Aviv cumple con sus obligaciones en materia de Derechos
Humanos en el contexto de su campaña militar contra la Franja.
Borrell llevará la cuestión a la mesa de los ministros, ya que son los
Estados miembros los que deben decidir si aprecian que hay fundamento
para suspender el acuerdo de asociación.
"Esto es lo que se va a
discutir este lunes, si hay margen para avanzar con el procedimiento o
no", ha indicado un alto cargo de la UE, que ha explicado que cualquier
indicación de los Estados miembros sería seguida de una propuesta del
Alto Representante o de la Comisión.
Cualquier decisión quedaría en
manos de los Estados miembros puesto que una suspensión total del
acuerdo requeriría de unanimidad, mientras que suspender aspectos
comerciales requeriría la mayoría cualificada del Consejo.
En todo caso, otras delegaciones europeas se muestran más escépticas
con que la UE llegue a alguna conclusión para actuar contra Israel,
apuntando que sería más relevante que los esfuerzos de los 27 se centren
en garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza.
España
planteó esta revisión como un método para elevar la presión contra
Israel en un momento en el que se suceden ataques contra convoyes
humanitarios, el paso fronterizo está bloqueado y la comunidad
internacional trabaja en suministrar ayuda por vía aérea y marítima.
Ahora fuentes diplomáticas consideran que hay una "evolución clara" de
la posición europea hacia la postura española y es en todo caso más
equilibrada que al principio de la crisis, cuando Alemania o República
Checa se negaban a pedir pausas humanitarias.
Precisamente los
ministros de Exteriores tienen sobre la mesa ajustar la posición común
de la UE para demandar un "alto el fuego sostenible" en la Franja, algo
que centrará el debate de los líderes del bloque en la cumbre del jueves
y viernes en Bruselas.
Fuentes europeas indican que todos los Estados
miembros apoyan el alto el fuego en Gaza y queda por determinar algunos
detalles en la fórmula que se utilice.
Los titulares de
Exteriores de la UE también esperan desbloquear las sanciones contra
colonos responsables de episodios violentos en Cisjordania, unas medidas
paralizadas durante semanas por Hungría y República Checa, además de
las dudas de Alemania.
Frente a la inacción a nivel de la UE, España
decidió dar pasos por su cuenta y aprobar sanciones nacionales, al igual
que Francia o Bélgica.
De la mano de estas sanciones, la UE
aprobará restricciones contra miembros de Hamás por casos de violencia
sexual en el marco de los atentados del pasado 7 de octubre, siguiendo
el acuerdo para reaccionar contra los elementos más radicales en
Palestina e Israel que torpedean la solución de dos Estados. El acuerdo a
nivel europeo es proceder antes con las medidas contra Hamás, por lo
que cabe esperar una secuencia para castigar primero al grupo islamista.
Además, la situación en el frente de
batalla en Ucrania y las palabras del presidente francés, Emmanuel
Macron, sobre un posible despliegue de tropas europeas en el terreno
sobrevolará la reunión de ministros de Exteriores, así como la cumbre de
líderes de la UE.
En Bruselas se dividen aquellos que piensan que hay
que mantener la ambigüedad estratégica sobre la respuesta europea a
Rusia, sin descartar ningún escenario, y quienes piensan que la
prioridad debe ser mantener el suministro de armamento, así como el
apoyo político y financiero a Kiev.
"No vamos hablar de si llevar tropas
o no, hay muchas cosas que hacer antes", ha indicado una fuente
diplomática.