CASTELLÓN.- La exportación del sector cerámico español durante el primer semestre de 2007 fue de 1.205 millones de euros, un 8,3 por ciento más que en 2006, sin embargo el volumen de ventas descendió un 1,5 por ciento, según informaron en un comunicado fuentes de la patronal del sector azulejero, Asce, queién añadió que aumento en las ventas en Europa contrarresta el "importante retroceso" de la exportación a EEUU (-31 por ciento).El descenso en las ventas a EEUU se debe a varios factores, entre los que destacan la crisis de los sectores inmobiliario y de la construcción, el desfavorable cambio euro-dólar (el euro está en máximos históricos) y la competencia de países emergentes. En este periodo, el mercado estadounidense redujo el volumen de su importación global de baldosas cerámicas en un 20 por ciento, afectando a todos los orígenes y donde sólo México y China mantienen las ventas de 2006, según las mismas fuentes.
El crecimiento de la exportación española se sustenta principalmente en el buen comportamiento del mercado europeo, donde destaca la evolución de las ventas a los países de la ampliación de la UE (con Rumanía a la cabeza) y al Este de Europa, con Rusia como cuarto destino de las exportaciones. Dentro de la UE-15 Francia se consolida ampliamente como primer destino y es reseñable el fuerte crecimiento del mercado griego, y en menor medida del italiano.
El crecimiento en valor de la exportación se debe al paulatino cambio de mix de producto con mayor valor añadido, a que se ha repercutido parcialmente en el precio de venta el aumento de los costes y al esfuerzo comercial de las empresas. La oferta española está apostando por incorporar en su oferta productos como el gres porcelánico y la pasta blanca, que permite posicionarse en un segmento de alto valor añadido, que exige mayores inversiones y mayor coste, indicaron.
A pesar de los esfuerzos, el aumento de precios no es suficiente para absorber el fuerte impacto del incremento de los costes (en especial, el energético) ni para recuperar las dañadas cuentas de resultados en una etapa en la que el sector necesita realizar importantes inversiones en innovación con el fin de posicionarse en los segmentos más altos de mercado y de mayor valor añadido, cuyos costes de producción son más elevados. Por otro lado los síntomas de debilitamiento de la economía mundial, en especial de los primeros destinos, son un nuevo factor de preocupación para la industria, apuntaron desde Ascer.
Según el Índice de Producción Industrial (IPI) provisional del sector "azulejos" que facilita el Instituto Valenciano de Estadística, a partir de los datos de la encuesta nacional del INE, la producción del sector en el primer semestre de 2007 decendió un 3,2 por ciento. El IPI es el indicador coyuntural cuya finalidad es medir la evolución mensual de la actividad productiva de las ramas industriales.
Este dato está en línea con el descenso en volumen de las ventas de la industria cerámica. Se estima que la evolución del mercado nacional es similar al de la exportación, con un incremento del valor pero un ligero retroceso en el volumen que puede mantenerse en lo que queda de año y acrecentarse en 2008 si la construcción de obra nueva confirma su tendencia bajista, añadieron.
El valor de las importaciones en enero-junio de 2007 fue de 81,5 millones de euros, un 44,9 por ciento más que en 2006. Los principales países suministradores fueron Italia (37,5 millones de euros), China (21,5 millones de euros), y Portugal (10,2 millones de euros), según datos de Ascer.- (Agencias)













Hay que tener en cuenta a los bancos con representación directa en el país norteamericano o que mantienen participaciones en entidades locales. Bien, pues el Santander, a través del Sovereign, y BBVA, con Valley, Laredo National, Texas Regional, State National y Compass; además del Popular con el recién comprado TotalBank, no corren demasiados riesgos intrínsecos. Ya sea porque las organizaciones en las que participan no tienen productos específicos que encajen en las también llamadas hipotecas basura o debido a que el impacto de su inversión allí sobre el conjunto del negocio es poco significativo. Otra historia será la del Abbey que, al ser un banco hipotecario, ya se verá cómo reacciona.
Como detalle crucial en el trance que están viviendo las finanzas mundiales, y aunque nadie es infalible, es preciso subrayar que la banca española es especial en este sentido. Desde un punto de vista comercial, es probablemente la más eficiente del planeta, realmente dura de pelar. Baste recordar, a modo de ejemplo, cómo salió del desplome argentino en 2001. Comparado con otros, apenas fueron rasguños.
Con ánimo de frenar el alarmismo que se ha apoderado de la banca europea y de los parqués mundiales, desde el sector financiero se ha apresurado a asegurar que no hay hipotecas de alto riesgo a nivel nacional. Falso. Ciertamente existen, aunque ni son las de EEUU -a pesar de que parezca una obviedad- ni, por lo tanto, están en crisis y, para más inri, representan una parte ínfima del conjunto del mercado hipotecario nacional. Además, aquí la mayoría están dirigidas a inmigrantes que, en términos genéricos, no tienen rentas solventes y sobre los que tampoco se tiene una historia crediticia de garantías y, al revés de lo que sucede al otro lado del charco, en España no hay problemas en los cobros.
Con todo, en el supuesto de que el fenómeno subprime esté ya impactando sobre las entidades nacionales de manera directa, por razones coyunturales -el denominado suave aterrizaje de la Construcción en España-, a día de hoy, éstas tienen el riñón cubierto y no sólo porque sus beneficios estén siendo históricos. Así, sus provisiones para hacer frente a posibles impagos relacionados con el mundo inmobiliario se encuentran por encima de lo exigido en la legislación e, igualmente, el sector está afinando a la hora de conceder créditos hipotecarios, sobre todo a los promotores.










