LUXEMBURGO.- La tasa de paro de la eurozona se situó el pasado mes de abril en el
6,4%, una décima menos que en marzo y mínimo desde 1999, comienzo de la
serie histórica, mientras que en el conjunto de la Unión Europea el
desempleo se mantuvo estable en el 6%, repitiendo así su mínimo de
siempre, según los datos publicados por Eurostat, que muestran por vez
primera que el número de desempleados en la zona euro bajó de los 11
millones.
De este modo, la lectura de marzo de la tasa de
desempleo de la eurozona se ha situado un punto porcentual por debajo
del nivel previo a la pandemia, ya que en febrero de 2020 el desempleo
entre los países del euro era del 7,4%.
La oficina estadística europea calcula que 13,149 millones de
personas carecían de empleo en la UE en el cuarto mes de 2024, de los
que 10,998 millones se encontraban en la zona euro, lo que supone el
menor número de desempleados en la región del euro de toda la serie
histórica, muy por debajo del récord de 19,76 millones de parados en
abril de 2013.
Esto supone un descenso mensual de 103.000
desempleados en la UE y de 100.000 en la zona euro, mientras que en
comparación con abril de 2023, el desempleo creció en 95.000 personas en
la UE, pero bajó en 101.000 personas en la zona euro.
"La
economía parece haberse recuperado aún más en el segundo trimestre, con
una caída del desempleo", ha destacado Bert Colijn economista sénior
para la zona euro de ING Research, quien confía en que continuará el
crecimiento, pero advierte de una mejora del empleo limitada a medida
que la productividad se recupere.
"El sólido mercado laboral
está contribuyendo a la recuperación económica, ya que mantiene elevado
el crecimiento de los salarios y ha permitido que el poder adquisitivo
se recupere después de la crisis por el pico de inflación", señala el
analista, para quien la pregunta es si la recuperación económica
resultará en una reducción del paro a partir de ahora.
"Lo
dudamos. De hecho, las expectativas de empleo tanto para los servicios
como para la industria han tendido a la baja a pesar de las mejores
perspectivas económicas", advierte, añadiendo que espera que la modesta
recuperación económica en curso se traduzca en gran medida en aumentos
de productividad.
Según los datos de Eurostat, entre los Veintisiete, las mayores tasas de
paro en abril correspondieron a España, con un 11,7%; Grecia, con un
10,8%; y Suecia, con un 8,4%. Por el contrario, las menores cifras de
desempleo se observaron en Chequia, con 2,7%; Polonia, con 3%; y Malta,
con 3,1%.
En el caso de los menores de 25 años, la tasa de
paro de la zona euro se situó en abril en el 14,1%, dos décimas menos
que el mes anterior, mientras que en el conjunto de la UE fue del 14,4%,
tres décimas menos.
En términos absolutos, el número de
jóvenes desempleados en la UE alcanzó en el tercer mes del año los 2,83
millones de personas, de los que 2,27 millones correspondían a la
eurozona.
En el caso de España, en abril de 2024 se
contabilizaron 2,845 millones de personas sin empleo, de las cuales
469.000 eran menores de 25 años.
De esta forma, la tasa de paro
de juvenil de España fue del 26,5%, la más alta entre los Veintisiete,
por delante del 24,2% de Suecia y del 22,6% de Grecia.
La publicación del dato de paro por Eurostat ha coincidido con la del
indicador de confianza económica, elaborado por la Comisión Europea,
que en mayo registró una ligera mejoría para los Veintisiete y la zona
euro, mientras que en el caso de España retrocedió a su nivel más bajo
desde el pasado noviembre.
En concreto, el indicador de
sentimiento económico (ESI por su sigla en inglés) para España ha bajado
hasta los 101,1 puntos en mayo, frente a los 104,3 del mes anterior,
como consecuencia del deterioro de la confianza económica en la
industria, los servicios y el comercio minorista, mientras que se
mantuvo estable entre los consumidores y mejoró en la construcción.
En el conjunto de la Unión Europea, el indicador ha repuntando en
mayo hasta los 96,5 puntos desde los 96,2 de abril, mientras que en la
zona euro ha subido a 96 puntos, frente a los 95,6 del mes anterior.
Entre los Veintisiete, la mejora del indicador refleja una mayor
confianza en los servicios y entre los consumidores, que se vio frenada
por la disminución de la confianza en el comercio minorista y la
construcción, mientras que en la industria se mantuvo prácticamente
estable.
En el caso de las economías más grandes de la UE, el
ESI mejoró significativamente en Francia (+1,5) y los Países Bajos
(+1,1) y más moderadamente en Alemania (+0,8) e Italia (+0,8), mientras
que se deterioró notablemente en España (-3,2) y Polonia (-1,5).
"La economía de la eurozona está mostrando más signos de recuperación a
medida que el sector manufacturero parece estar tocando fondo mientras
el sector de servicios avanza", destaca Bert Colijn, para quien esta
mejoría del ESI en mayo se suma a las expectativas de un crecimiento
modesto y continuo en el segundo trimestre de 2024, lo que "marcaría una
clara ruptura con respecto a 2023, cuando la economía se estancó".
"Es importante destacar que las expectativas de precios de venta en
los servicios continuaron con una tendencia a la baja, lo que indica que
la inflación interna se moderará aún más", apunta.