BRUSELAS.- El sector bancario recibió un total de ayudas públicas de 1,6  billones de euros entre octubre de 2008 y diciembre de 2010 procedente  de los países de la Unión Europea (UE). La cifra supone un 13% del Producto Interior Bruto (PIB) europeo, según datos publicados por la Comisión Europea (CE).
En cambio, el apoyo público a la economía real cayó en 11.700 millones el año pasado, lo que supone un descenso de prácticamente un 50% respecto a 2009.
Esta bajada se debe, según el Ejecutivo comunitario, a la poca  demanda y a las restricciones presupuestarias aprobadas en la mayoría de  países de la UE.
Es por ello que la Comisión propuso extender la duración del marco  temporal de ayudas al sector financiero pero dar por terminado el marco  de ayudas a los sectores productivos.
"La condición clave para desconectar la máquina de respiración asistida entre el Estado y el sector financiero es que se solucione la crisis de la deuda soberana", declaró el vicepresidente de la Comisión encargado de Competencia, Joaquín Almunia.
"Gracias al control de las ayudas estatales, el apoyo cumplió con los  objetivos de proteger la estabilidad económica y financiera sin crear  hasta ahora ningún daño irreparable a la competencia en el mercado  común", añadió Almunia.
El vicepresidente de la CE indicó que anulará las normas actuales de  ayuda a la banca "tan pronto como lo permitan las condiciones del  mercado", y que asegurará que "la ayuda recibida por los bancos y por la  economía real se destina a crear crecimiento y empleo".
De los 1,6 billones entregado al sector bancario, casi 1,2 billones  -es decir, el 10% del PIB- se destinó a garantías estatales a la  financiación de las entidades y a otras medidas de apoyo a la liquidez,  según la CE.
Además, las instituciones financieras recibieron algo más de 400.000  millones de euros en medidas de recapitalización y tratamiento de  activos para mejorar su solvencia.
El 58% de estas ayudas fue entregado a bancos de tres países: Irlanda (25%), Reino Unido (18%) y Alemania (15%).
Además, los gobiernos europeos pusieron 82.900 millones de euros a  disposición temporal de las empresas del sector productivo, aunque en  2009 se utilizaron 21.000 millones y en 2010, 11.700 millones.
La ayuda a la industria y a los servicios fue de 61.000 millones de  euros, o de un 0,5% del PIB, de los cuales un 85% se destinó a objetivos  de interés común.
Los Estados miembros de la UE también garantizaron subsidios de hasta  medio millón de euros por empresa, aunque estas medidas temporales  fueron abandonadas parcialmente el año pasado y sustituidas por  garantías, intereses reducidos, ayuda al capital riesgo o inversiones en  medio ambiente.
Las ayudas habituales, esto es, que no se instauraron a raíz de la  crisis, permanecieron en 2010 a niveles similares a los de años  anteriores, concretamente en 73.800 millones de euros -un 0,3 % del PIB  de la UE-.
Asimismo, la CE aseguró que en 2010 las administraciones públicas  recuperaron un 82% de los 12.000 millones entregados en subsidios  considerados ilegales por las autoridades europeas.

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