BRUSELAS.-  La ministra de Asuntos Exteriores y de  Cooperación, Trinidad Jiménez, ha asegurado este jueves que España tiene  capacidad para buscar "alternativas" al petróleo iraní si la Unión  Europea decide finalmente aprobar en los próximos meses un embargo, como  parte del incremento progresivo de sanciones que la UE mantiene con  este país.
   España tiene en Irán su principal fuente de petróleo, ya que de  este país procede el 14 por ciento de sus importaciones, pero "de aquí a  que se adoptasen (las restricciones), España podría buscar otras  alternativas", ha dicho en rueda de prensa en Bruselas, tras reunirse  con sus colegas europeos.
   Los ministros de Exteriores de los Veintisiete han decidido  ampliar las medidas de presión contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad,  pero han dejado para próximos encuentros la posibilidad de afectar al  sector energético.
   La jefa de la diplomacia española ha explicado que algunos Estados  miembros tienen reservas a la prohibición de las importaciones de crudo  iraní por el impacto que tendría en sus economías, dado que el petróleo  de este país tiene condiciones comerciales "muy ventajosas".
   En cualquier caso, Jiménez ha subrayado que existe un "consenso  amplio" sobre la necesidad de avanzar en el campo de las sanciones y  poder enviar así un mensaje "creíble" que llegue con "nitidez" a  Teherán, por lo que los 27 trabajan para explorar "soluciones de  equilibrio".
   El objetivo, ha insistido la ministra, es "transmitir sanciones  duras y contundentes y mantener el equilibrio por el posible perjuicio" a  algunos de los países de la UE. Jiménez ha recalcado que estos  problemas no se dan en el caso de España porque "hay otros más  perjudicados y con más reticencias".
   La aún jefa de la diplomacia española ha confiado en que si se  decide prohibir las importaciones de petróleo habrá tiempo para "buscar  el elemento de equilibrio" que permita superar las reservas de los  países con mayores objeciones.
   También ha admitido que "si entraran en vigor mañana" las  restricciones "quizá hubieran provocado algún tipo de disfunción en el  flujo comercial de crudo", pero que si la decisión se produce "en un par  de meses" existen "mecanismos alternativos" para no perjudicar los  intereses de la UE.
   Además del mensaje "firme" que la UE ha querido enviar a Teherán  con el nuevo paquete de sanciones, los ministros han adoptado un texto  de condena por el asalto a la Embajada de Reino Unido en la capital  iraní el pasado martes.
   Jiménez ha explicado que los 27 han querido actuar de manera  "coordinada" dando una respuesta conjunta con esta declaración porque  los ataques a Reino Unido "lo son a toda la UE". Sin embargo, el paso de  llamar a consultas a sus embajadores en Teherán es una decisión que  corresponderá a cada uno de los Estados miembros.
   La mayoría de gobiernos europeos, también los de mayor peso, ha  llamado a sus embajadores porque lo considera la "mayor presión".
   España ha convocado al embajador iraní en Madrid para exigirle que  castigue a los responsables del asalto y compense a Londres por los  daños causados, al tiempo que ha decidido dejar en suspenso la  incorporación a la legación española en Teherán del nuevo embajador,  Pedro Villena, quien aún no había llegado a Irán por estar reciente su  nombramiento.

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