MADRID.- La debilidad de la demanda y de la actividad  se acentuó en los últimos meses del año influida por el recrudecimiento  de las tensiones financieras ante el agravamiento de la crisis de deuda  soberana de la zona euro y el empeoramiento de las perspectivas de  crecimiento mundial, según el último boletín económico del Banco de  España.
   En concreto, el supervisor bancario observa retrocesos en octubre  en algunos indicadores del consumo privado y la inversión en equipo,  como los índices de confianza de los consumidores y de los comerciantes  minoristas elaborados por la Comisión Europea. 
   Así, pone de manifiesto que la encuesta trimestral de la Comisión  Europea a los empresarios manufactureros mostró un nuevo retroceso del  nivel de utilización de la capacidad productiva al inicio del cuarto  trimestre, hasta el 72,2%, lo que sugiere que podría hacerse frente a un  aumento de la producción sin necesidad de recurrir a la ampliación de  esa capacidad mediante inversión.
   Por lo que respecta al sector de la construcción, afirma que el  conjunto de indicadores refleja la continuación del proceso de ajuste de  este componente a un ritmo que "parece haberse acentuado" respecto a  los meses centrales del año. Así, la producción de minerales no  metálicos y el consumo aparente de cemento siguieron registrando  "fuertes caídas", mientras que se intensificó el ritmo de descenso de  los afiliados a la Seguridad Social en esta rama en el mes de octubre.
   Las exportaciones, en cambio, siguieron mostrando "un notable  dinamismo", sobre todo en las ventas al exterior de bienes de equipo y  energéticos y las exportaciones de bienes de consumo duradero, apoyadas  en el dinamismo de las ventas de automóviles. Las importaciones, por su  parte, aumentaron en septiembre un 4,4%, lo que hizo que el déficit  comercial cayera un 10% en los nueve primeros meses del año.
   El banco emisor recoge también el "elevado dinamismo" del turismo  desde mediados de año y asegura que la última información de los  indicadores del turismo receptor mantiene esta tónica positiva, tal y  como demuestran las entradas de turistas en octubre, las pernoctaciones  de no residentes o el gasto total de turistas no residentes.
   En cambio, asegura que los indicadores disponibles referidos a la  actividad industrial apuntan a que continúa la "debilidad" de la  evolución del valor añadido de esta rama, mientras que los indicadores  de opinión del sector servicios mostraron un "fuerte deterioro" al  principio del cuarto trimestre del año.
   En materia de empleo, el Banco de España pone de manifiesto la  intensificación del descenso del empleo en el tercer trimestre y asegura  que los datos más recientes de afiliados señalan que ha continuado la  destrucción de empleo al inicio del cuarto trimestre, al tiempo que  siguió aumentando el número de parados.
   Por otro lado, asegura que la información salarial más reciente,  relativa al desarrollo de la negociación colectiva hasta el 31 de  octubre, muestra un incremento de las tarifas salariales del 2,7%,  mientras que los convenios de nueva firma, menos numerosos, presentan  una subida del 1,7%. Aún así, admite que en los diez primeros meses del  año, el grado de cobertura es el más bajo desde 1996.
   En el área financiera, el supervisor afirma que en noviembre los  mercados españoles continuaron viéndose afectados por las tensiones  derivadas de la crisis de deuda soberana europea, que han tendido a  intensificarse. Esto se reflejó en nuevos aumentos de las primas de  riesgo y en caídas de los índices bursátiles.
   Además, la información más reciente de los balances de distintos  agentes (septiembre) sigue mostrando una "moderada contracción" de la  financiación captada por empresas y familias, acompañada de "cierta  desaceleración" de los activos más líquidos de sus carteras y un  "elevado ritmo de expansión" de la deuda de las administraciones  públicas. Los datos provisionales de octubre, según el Banco de España,  apuntan a una "prolongación" de estas pautas.
   A nivel internacional, el Banco de España asegura que en el último  mes la aversión al riesgo se siguió acentuando en los mercados ante la  agudización de la crisis de deuda soberana en Europa, produciendo caídas  en las principales bolsas europeas, una elevada volatilidad y la  entrada de fondos en activos refugio.
   En los mercados de deuda se produjo una "agudización" de las  tensiones y se amplió la dimensión geográfica de las mismas hacia  Francia y Austria, de forma que el diferencial respecto al bono alemán  alcanzó niveles máximos en estos países. Esta misma situación se vivió  en Italia y España, donde la prima de riesgo llegó a superar los 500  puntos en algunos momentos.
    En este contexto, el PIB de la zona euro experimentó un "débil  crecimiento" entre julio y septiembre y la información más reciente  apunta a un "deterioro sustancial" de la actividad en el cuarto  trimestre.

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