Así lo ha señalado el subsecretario de la agencia militar de Inteligencia de Ucrania, Vadim Skibitski, que ha explicado que la principal motivación de aquellos que se unen a las tropas rusas es el dinero.
En una entrevista con la cadena rusa RBC, ha aseverado que aunque el salario varía, los que se suman a las filas rosas cobran entre 220.000 y 250.000 rublos al mes (entre 2.241 y 2.500 euros).
"Los prisioneros de guerra rusos francamente admiten que se han unido al Ejército porque les pagan, citando hipotecas, familiares a su cargo y demás. Este es el principal motivo para aquellos que se alistan de forma voluntaria, firman contratos y luchan en el frente", ha dicho Skibitski.
En este sentido, ha aclarado que la mayoría de las personas que se unen a las Fuerzas Armadas por motivos económicos proceden de regiones con salarios bajos y altas tasas de desempleo.
Además, ha aseverado que estas nuevas movilizaciones tienen como objetivo principal "suplir los huecos que dejan las pérdidas" en el combate y "formar regimientos de reserva".
"No se le puede llamar movilización oculta, lo que sucede es que no se hace de forma tan masiva como en el periodo que comprendió entre octubre y diciembre de 2022", ha puntualizado.
Sobre la situación actual de los mercenarios del Grupo Wagner, ha aseverado que ahora "se han reformado".
"Se han creado empresas militares privadas que están ahora bajo el control del Ministerio de Defensa y la Guardia rusa. Esos miembros de Wagner que firmaron un contrato con el Ministerio siguen adelante con sus servicios ya sea en las Fuerzas Armadas o en compañías privadas", ha puntualizado.
Skibitski ha explicado que el grupo también se ha "reformado en otros países", pero principalmente en Siria y Libia.
"Wagner, como tal, ya no está allí. Ahora hay otras empresas privadas controladas por el Ministerio de Defensa de Rusia", ha zanjado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario