WASHINGTON.- El control del Senado de Estados Unidos, y con él, el probable destino de la agenda legislativa de Biden, estarán en la papeleta el martes cuando los votantes en Georgia decidan en la segunda vuelta de unas esperadas elecciones.
El demócrata Jon Ossoff, un documentalista, está desafiando a Perdue, mientras que el reverendo Raphael Warnock, un pastor negro de una histórica iglesia en Atlanta, se enfrentará a Loeffler.
En juego hay dos escaños para el Senado, los dos últimos por adjudicar. A los republicanos les basta con uno para asegurar su mayoría en la Cámara Alta. Los demócratas, en cambio, necesitan los dos para alcanzar un empate que rompería el voto de la vicepresidenta, Kamala Harris.
La estrecha victoria de Biden en Georgia en noviembre, la primera en una generación para un candidato presidencial demócrata, marcó un giro para un estado que era considerado un bastión republicano.
La segunda vuelta del 5 de enero se desencadenó cuando ningún candidato alcanzó el 50% en noviembre.
La votación anticipada ha batido récord para una segunda vuelta, con tres millones de votos ya emitidos.
La participación de los negros, fundamental para las posibilidades de los demócratas, ha sido sólida. Aproximadamente un tercio de las papeletas provienen de votantes negros, frente al 27% de noviembre.
Es imposible predecir el resultado final y además la participación de los republicanos el martes podría ser mayor.
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