CHICAGO.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que «Chicago es, de lejos, la ciudad más peligrosa del mundo»
y ha vuelto a deslizar la amenaza de la militarización, asegurando que
«resolverá el problema» de la delincuencia «rápido», tal como hizo en
Washington DC.
Trump ha asegurado que el pasado fin de semana se saldó en Chicago
con al menos 54 víctimas de tiroteos, ocho de ellas fallecidas. «Los dos
fines de semana anteriores fueron similares», ha afirmado, dando por
hecho que el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, «necesita ayuda».
«Chicago volverá a ser seguro y será pronto», ha advertido el mandatario, que en los últimos meses no ha dudado en desplegar a la Guardia Nacional
en varias zonas del país en contra incluso del criterio de
administraciones locales bajo el control del Partido Demócrata, como
ocurrió en el caso de la capital. Pritzker ya rechazó el posible plan
orquestado por el magnate para desplegar la Guardia Nacional en Chicago.
«No hay ninguna emergencia que justifique que el
presidente de los Estados Unidos (...) despliegue la Guardia Nacional
desde otros estados o envíe militares en servicio activo dentro de
nuestras propias fronteras», declaró hace unos días.
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