
Por contra, Francia tiene los costes más altos en su administración pública, seguida por Reino Unido e Italia.
Los ciudadanos franceses entregan un promedio de 5.026 euros cada uno por año para mantener la infraestructura pública, mientras que los británicos pagan cerca de 4.544 euros y los italianos, 4.423, señaló el estudio, que usó la base de datos Eurostat de 2005.
Las cifras están basadas en el dinero gastado en funcionarios y costes de operación y administración de los servicios públicos.
El estudio fue publicado por CGIA, una asociación de artesanos y pequeños empresarios de Mestre, en el norte de Italia, que fue creada después de la Segunda Guerra Mundial y que entre otras cosas analiza el gasto público.
Varios italianos creen que sus empleados públicos son costosos e ineficaces y que disfrutan de exclusividades como automóviles oficiales y otros beneficios.- (Reuters)
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