RÍO DE JANEIRO.- Los 
empleados de la petrolera brasileña Petrobras suspendieron hoy la serie 
de paralizaciones que iniciaron el viernes pasado para presionar por 
mejoras salariales, al parecer, por la baja adhesión a la huelga, 
informaron fuentes sindicales.
El coordinador general de la Federación Única de los 
Petroleros (FUP), Zé María Rangel, explicó en un vídeo publicado por la 
central sindical que la movilización fue "interrumpida para una 
evaluación estratégica".
La FUP, mayor sindicato del sector petrolero de Brasil y que
 agrupa a la mayoría de los trabajadores de Petrobras, quiere aprovechar
 los próximos días para evaluar el resultado de las paralizaciones 
promovidas hasta ahora y definir una nueva estrategia en sus 
negociaciones salariales con la estatal.
La central, sin embargo, no descarta una huelga nacional y por tiempo indeterminado de todos los trabajadores de Petrobras.
"Quiero felicitar a todos los que participaron activamente 
de las movilizaciones que convocados en pleno final de semana de 
Navidad. En momentos en que nuestros derechos son atacados, el que una 
categoría se movilice en plena Navidad es algo inédito para los 
trabajadores del país", afirmó Rangel en su mensaje.
El líder sindical agregó que, pese a la suspensión del 
movimiento para evaluar las estrategias, considera que las 
paralizaciones de los últimos días "servirán como preparación para la 
gran huelga que se avecina no sólo por la manutención de nuestros 
derechos sino también por la preservación de la empresa".
La FUP organizó desde el viernes paralizaciones en diversas 
plantas y bases de Petrobras pero el movimiento no tuvo la adhesión 
esperada por los sindicalistas, y la propia empresa informó de que, pese
 a la movilización, ninguna de sus actividades fue afectada y operó 
normalmente.
Esas iniciativas habían sido aprobadas por los trabajadores 
de la petrolera en diferentes asambleas regionales como protesta contra 
el ajuste salarial propuesto por Petrobras en las negociaciones 
sindicales anuales y que consideraron insuficiente.
La petrolera propuso un aumento salarial ajustado a la 
inflación del último año por considerar que es lo más apropiado al 
considerar la situación financiera de la empresa.
La estatal acumuló pérdidas por 17.334 millones de reales 
(unos 5.290 millones de dólares) entre enero y octubre de este año por 
la reducción de los precios del petróleo y por la caída del consumo de 
combustibles en Brasil debido a la recesión del país.
La empresa, además, enfrenta una grave crisis provocada por 
el gigantesco escándalo de corrupción del que es protagonista y que 
provocó un terremoto en todos los partidos políticos de Brasil.
Ante la negativa de los sindicatos de aceptar su propuesta, 
la compañía pidió la intermediación de la Justicia laboral para alcanzar
 un acuerdo.

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