WASHINGTON.- La organización Amnistía Internacional (AI) ha alertado de que el mundo se aproxima al "colapso del Derecho
Internacional" a medida que se recrudecen los conflictos armados, una
situación en la que la población civil es la principal afectada.
En su informe anual 'El estado de los derechos humanos en el mundo',
donde evalúa la situación de los Derechos Humanos en 155 países,
Amnistía ha lamentado que la humanidad se dirija hacia una era "carente
de Estado de Derecho" debido a las acciones de "gobiernos poderosos" y
ha aventurado "consecuencias terribles".
La secretaria general
de la organización, Agnès Callamard, ha aseverado que el informe
presenta un "sombrío panorama de alarmante represión de los Derechos
Humanos y frecuentes infracciones a nivel internacional de las normas
establecidas, en un contexto de desigualdad creciente, superpotencias
que compiten por la supremacía y el agravamiento de la crisis
climática".
Así ha hecho referencia a la ofensiva de Israel
contra la Franja de Gaza, que comenzó el 7 de octubre tras los ataques
del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí
y que deja ya unos 34.000 muertos.
"El flagrante desprecio de Israel
por el Derecho Internacional se ve agravado por la falta de acción de
sus aliados para detener la indescriptible masacre de civiles impuesta
sobre Gaza", ha puntualizado.
Callamard ha recordado que
"muchos de esos aliados fueron precisamente los artífices del
ordenamiento jurídico creado después de la Segunda Guerra Mundial" y ha
advertido de que "junto con la actual agresión de Rusia a Ucrania, el
número creciente de conflictos armados que se desatan y las violaciones
masivas de derechos presenciadas en países como Sudán, Etiopía y
Birmania hacen que el orden global basado en normas corra peligro de
desmoronarse".
El informe, que indica que ya a lo largo de 2023
se cometieron "abusos de los Derechos Humanos de forma generalizada",
acusa tanto a Estados como a grupos armados de perpetrar ataques y
"homicidios ilegítimos frecuentes".
Además, el documento sostiene que
las autoridades reprimieron a la disidencia en todo el mundo mediante la
adopción de medidas contra la libertad e expresión y reunión pacífica.
Amnistía ha aprovechado la ocasión para denunciar la "vulneración y
el retorcimiento del Derecho Internacional", cuestiones que han
repercutido en la población civil.
"En muchos conflictos, las fuerzas
gubernamentales han lanzado ataques de largo alcance contra zonas
pobladas, lo que ha contribuido a provocar un gran número de víctimas
civiles y a la destrucción generalizada de viviendas e
infraestructuras", ha explicado.
Esta discriminación e "impunidad" en los conflictos, según AI, se han
visto potenciadas por "el uso descontrolado de tecnologías nuevas (...)
como armas habituales".
"Las plataformas de las grandes empresas
tecnológicas han avivado los conflictos. Se utilizan programas
informáticos de vigilancia masiva para coartar el ejercicio de derechos y
libertades fundamentales, mientras los gobiernos despliegan
herramientas automatizadas que van dirigidas contra los grupos más
marginados de la sociedad, tal y como ha explicado la organización.
"En un mundo cada vez más precario, la proliferación y el despliegue
no regulados de tecnologías como la inteligencia artificial generativa,
el reconocimiento facial y los programas espía están a punto de
convertirse en un peligroso enemigo, con capacidad para intensificar y
avivar las violaciones del Derecho Internacional y los Derechos Humanos
hasta límites excepcionales", ha manifestado Callamard.
El
informe de AI presenta un crudo análisis de la traición a los principios
de Derechos Humanos perpetrada por los líderes e instituciones en la
actualidad.
"A menudo, las instituciones multilaterales no han podido o
querido presionar a las partes en los conflictos armados para que
respeten el Derecho Internacional. (...) El Consejo de Seguridad de la
ONU ha sido incapaz de tomar medidas eficaces en los principales
conflictos. Como era de esperar, Estados Unidos utilizó su derecho a
veto para impedir en repetidas ocasiones que el Consejo pidiera un alto
el fuego en Gaza", recoge el texto.
"Los crímenes de guerra
continúan acumulándose mientras el Gobierno israelí se burla del Derecho
Internacional en Gaza", un conflicto que "definió 2023 y no da signos
de remitir", según ha recalcado AI, cuyo informe pone de manifiesto el
"uso descarado que ha hecho Estados Unidos de su derecho a veto" en la
ONU.
"La desconcertante falta de medidas de la comunidad
internacional para impedir que se mate a miles de personas civiles --un
porcentaje terriblemente alto de ellas, niños-- en la Franja de Gaza
ocupada pone claramente de manifiesto que las mismas instituciones
establecidas para proteger a la población civil y hacer valer los
Derechos Humanos no cumplen ya su función", ha destacado Callamard.
El informe documenta también la "flagrante infracción" de las normas
establecidas por parte de las fuerzas rusas durante su invasión a gran
escala de Ucrania. "Se ponen de relieve los ataques indiscriminados
contra zonas civiles densamente pobladas, así como contra
infraestructuras de exportación de cereales y energía, y el uso de la
tortura y otros malos tratos contra prisioneros de guerra", ha aseverado
Amnistía, que ha alertado también de las consecuencias de la "enorme
contaminación medioambiental".
Asimismo, las fuerzas armadas de
Birmana han llevado acabo ataques contra civiles que, solo en 2023, se
habrían cobrado más de un millar de vidas. "Ni el Ejército de Birmania
ni las autoridades rusas se han comprometido a investigar las denuncias
de violaciones flagrantes del Derecho Internacional. Ambos han recibido
apoyo económico y militar de China", ha subrayado la ONG.
Por
otra parte, las partes enfrentadas en Sudán ha mostrado "poco interés
por el Derecho Internacional" al llevar a cabo "ataque selectivos e
indiscriminados que han matado y herido a civiles". Esta situación ha
provocado la mayor crisis de desplazamiento del mundo, en la que más de 8
millones de personas se han visto obligadas a huir sin que se vislumbre
aún el final del conflicto.
Amnistía apunta a un papel central
del racismo en todos estos conflicto: la situación en Gaza tiene sus
raíces en una forma "extrema" de "discriminación racial mediante la cual
Israel oprime y domina a la población palestina a través de la
fragmentación territorial, la segregación y el control, la desposesión
de tierras y propiedades y la negación de sus derechos económicos y
sociales.
La "alterización" por motivos étnicos es una
característica de los conflictos armados en países como Etiopía,
Birmania y Sudán, y la discriminación racial también se ha manifestado
en las respuestas a estos conflictos.
"El doble rasero de la
discriminación queda patente en la retórica y políticas adoptadas por
Estados Unidos y muchos Estados europeos en relación no sólo con el
conflicto de Israel y Palestina, sino también con sus repercusiones",
denuncia el documento, que establece que "muchos gobiernos han impuesto
restricciones ilegítimas a las protestas solidarias con la población
palestina".
"Los gobiernos de Alemania, Austria, Francia,
Hungría, Polonia y Suiza prohibieron de forma preventiva este tipo de
protestas en 2023, alegando riesgos imprecisos para el orden público o
la seguridad nacional que, en algunos casos, estaban basados en
estereotipos racistas. Los medios de comunicación y la clase política
(...) han utilizado con frecuencia una retórica que ha deshumanizado al
pueblo palestino", ha matizado.