"Italia ha elegido ser pionera", ha dicho Meloni, que durante una visita oficial a Croacia ha expuesto las supuesta bondades de un acuerdo cuestionado por las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y que entronca con el interés del Gobierno italiano, encabezado por la ultraderecha, por endurecer las políticas migratorias.
El plan inicial pasa por trasladar a Albania a migrantes que lleguen a Italia tras atravesar el Mediterráneo y consistirá en el establecimiento de dos centros con capacidad para acoger a 3.000 personas. Italia se haría cargo de estas instalaciones, por las que podrían pasar hasta 36.000 personas al año si las solicitudes de asilo quedan resueltas en apenas cuatro semanas.
"Necesitamos imaginar nuevos caminos para un problema que no hemos gestionado de la mejor manera", ha afirmado Meloni en una rueda de prensa en la que ha hablado de "una crisis migratoria sin precedentes". El Ministerio del Interior italiano tiene registradas casi 150.000 llegadas de migrantes y refugiados en lo que va de año.
La ruta marítima hacia Italia es también una de las más mortíferas del mundo y acumula unas 2.190 víctimas sólo este año, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Desde 2014, han perdido la vida en la zona central del Mediterráneo más de 22.400 migrantes y refugiados.
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