
Este descenso del empleo es el más negativo registrado en abril desde 2005, año punta de la crisis estructural del sector textil motivada por la liberalización de los intercambios internacionales.
La ralentización del consumo de las familias, unido a la caída en la construcción de viviendas y las expectativas negativas de coyuntura económica, son las causas del descenso en la demanda de productos textiles tanto de vestuario como para el hogar, según consideró el presidente de CIE, Josep Casas, tras la asamblea general ordinaria de la entidad.
La demanda exterior tampoco registra buenos resultados a pesar de ser "algo más positiva". Las exportaciones en el primer trimestre de 2008 tuvieron un crecimiento "casi nulo" y las ventas al exterior experimentaron una "clara desaceleración" en comparación con aumentos del 14% y del 6% registrados en los tres primeros meses de 2006 y 2007, respectivamente.
La entidad mostró también su preocupación por el "fuerte" aumento de los precios de las fibras, tanto naturales (productos agrícolas) como químicas (derivadas del petróleo), así como por la incidencia del aumento de los costes energéticos.
A esta situación complicada, también se le añade que el sector no se salva del endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito, lo que "repercute" en la viabilidad de algunas empresas en España, concluyó el CIE.
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