El Banco de Palestina opera en la Franja de Gaza y es una de las principales fuentes de efectivo para la población palestina. Ahora mismo, sin embargo, solo hay dos cajeros operativos, ambos en el sur, en Rafá y Deir al Balá.
La entidad sigue operando allí merced a una discreta operación de traslado de billetes en noviembre de 2023, aprovechando un alto el fuego entre Hamás e Israel, por un valor aproximado de 45 millones de euros en shekels israelíes, si bien decenas de millones de euros se quedaron en otras partes de Gaza.
Ahora, un documento de la entidad financiera recogido por 'Le Monde', relata que grupos armados llegaron a robar, el 17 de abril, unos 29 millones de euros en un solo atraco y a pesar de que las autoridades del banco habían sumergido el día antes las cajas fuertes en una caja de cemento.
Un día después, un comando de enmascarados que se identificaron como "la más alta autoridad de la Franja de Gaza", un término empleado para designar a Hamás, entraron en otra sucursal para llevarse unos 33,6 millones de euros.
'Le Monde' también ha constatado que el propio Ejército israelí se apoderó de una gran suma de dinero perteneciente a la institución en el enclave, y los responsables de la entidad están esperando que concluya un largo proceso administrativo israelí para que estos fondos le sean devueltos.
Según medios israelíes, la cantidad confiscada sumaba decenas de millones de euros.
El 22 de abril, la Autoridad Monetaria Palestina deploró que "los repetidos ataques contra sucursales bancarias y cajeros automáticos amenazan la actividad de estas sucursales y su capacidad de pagar los salarios de los empleados y desembolsar fondos a sus propietarios" y pidió a los representantes de "fuerzas sociales y grupos de la Franja de Gaza que brinden protección a las agencias y sus propiedades".
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