El Ministerio de Exteriores saudí ha indicado en un comunicado que rechaza "la ofensiva de las fuerzas de ocupación israelíes contra el hospital y el bombardeo de las inmediaciones del Jordanian Field Hospital", que se encuentra también en la Franja.
Así, ha señalado que se trata de una "flagrante violación del Derecho Internacional y todas las normas y convenciones" y ha condenado que los civiles y el personal sanitario sean "objetivos explícitos" durante la ofensiva.
"Destacamos la necesidad de activar mecanismos internacionales contra la impunidad en relación con estos actos brutales e inhumanos por parte de las fuerzas de Israel contra niños, mujeres e instalaciones sanitarias, además de equipos de ayuda", ha señalado.
La guerra abierta entre Israel y Hamás pone en tela de juicio la ya de por sí compleja integración del país en la región de Oriente Próximo y pone en peligro el proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas con Arabia Saudí.
Los bombardeos perpetrados por Israel han propiciado protestas en toda la región y han reforzado los llamamientos a favor de la causa palestina, incluso entre ciudadanos saudíes y a pesar de que el Gobierno ha mostrado su determinación a acallar cualquier atisbo de bloquear los planes del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, de allanar el camino para una normalización de las relaciones con Israel.
Sin embargo, el resurgimiento del interés de los saudíes por la causa palestina podría ejercer una creciente presión sobre Israel a la hora de decidir qué soluciones políticas poner sobre la mesa una vez finalice la guerra y podría llevar al país a hacer concesiones para una fructífera normalización de relaciones con Arabia Saudí.
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