WASHINGTON.- El presidente 
estadounidense, Donald Trump, afirmó este lunes que planea una cumbre 
con el presidente chino, Xi Jinping, para la firma de un acuerdo 
comercial que ponga fin a las disputas comerciales entre ambos países, 
ya que las negociaciones están en un estadio "avanzado".
Estas 
declaraciones animaron a los mercados globales, aliviados por la 
perspectiva de que la disputa no sea una amenaza inmediata, lo evitaría 
que el impacto sobre la economía mundial sea mayor.
El fin de semana, Trump anuncio que retrasará la entrada 
en vigor de un aumento de los aranceles a 200.000 millones de dólares en
 productos chinos tras un "avance sustancial" en las negociaciones 
comerciales entre ambos países.
Este lunes dijo que esperaba que las negociaciones se retomen rápidamente y anunció que "habrá otra cumbre con Xi".
"Vamos
 a tener una cumbre para la firma, lo que es aún mejor. Así que ojalá 
que podamos completar esto, pero estamos muy, muy cerca", dijo Trump 
durante una reunión con los gobernadores.
La semana pasada el mandatario dijo que esperaba reunirse con Xi en Mar-a-Lago, en Florida, en el mes de marzo. 
China
 reaccionó a las declaraciones y la agencia oficial Xinhua citó 
"progresos significativos" en las negociaciones entre los dos países.
La
 semana pasada se cerró la cuarta ronda de diálogos para poner fin a una
 disputa comercial entre ambos países después de la tregua de tres meses
 pactada entre los mandatarios de los dos países a finales de noviembre.
Trump
 ya había mencionado en varias ocasiones la posibilidad de retrasar la 
fecha límite del 1 de marzo para alcanzar un acuerdo comercial y no 
subir los aranceles de 10 a 25% a importaciones chinas por valor de 
200.000 millones de dólares.
En el avión de camino a Hanoi, Trump dijo que la negociación con China está en un "estadio avanzado". 
"Las
 relaciones entre nuestros dos países son muy fuertes. Por eso he 
decidido retrasar el alza de los aranceles estadounidense. Vamos a ver 
qué pasa", agregó.
En su cita con los gobernadores el domingo, 
Trump adelantó que "si todo va bien", se esperan "grandes noticias la 
próxima semana o la siguiente". 
Los funcionarios y economistas en
 todo el mundo están atentos al desarrollo de las negociaciones ya que 
una guerra comercial golpearía con fuerza las ganancias de las empresas,
 subiendo los precios para los productos importados y lastrando las 
ventas para los exportadores. 
Después de
 cuatro ciclos de conversaciones, todavía no está claro cómo progresan 
el diálogo en los asuntos más complicados de la negociación. 
Los 
reportes sobre las negociaciones indican que China ha prometido reanudar
 o aumentar las compras de bienes agrícolas estadounidenses, pero 
Washington busca cambios en la estrategia industrial del país y reformar
 la protección para sus tecnologías. 
Estados Unidos se queja de 
tener un déficit comercial abisal, pero la práctica comercial más 
criticada por las empresas estadounidenses es la obligación que pesa 
sobre ellas de entregar secretos comerciales cuando realizan negocios en
 China. 
La piratería informática y las violaciones a los derechos
 de propiedad intelectual también son una prioridad, pero en general, 
los expertos afirman que la mayor dificultad reside en la aplicación y 
la verificación de las medidas prometidas por Pekín. 
Según David 
Dollar, ex emisario del Tesoro estadounidense en China, está previsto 
que los chinos acepten en el papel las reformas estructurales, "pero 
después va a ser difícil que Estados Unidos pida más", específicamente 
citando la revisión de la aplicación de estos cambios. 
"Quienes 
podrán revisar mejor" la puesta en marcha de las reformas estructurales 
"van a ser las compañías estadounidenses que hacen negocios en China", 
señaló Gary Clyde Hufbauer, experto del Peterson Institute of 
International Economics (PIIE). 
El secretario del Tesoro Steven 
Mnuchin, anunció que en el marco de las discusiones se logró un acuerdo 
sobre la moneda, en un momento en que Washington temía que los chinos se
 sirvieran del yuan para seguir siendo competitivos. 
Gregory Daco
 analista de Oxford Economics dijo que espera "que en las próximas 
semanas se logre un acuerdo de apretón de manos en el que China prometa 
importar más productos agrícolas, trabajar para tener un moneda estable y
 reforzar la protección de la propiedad intelectual". 
Sin 
embargo, advirtió: "no prevemos que haya un recorte significativo de las
 tarifas existentes y vemos tensiones subyacentes en las ambiciones 
estratégicas de China, su política industrial, la transferencia 
tecnológica y en los mecanismos de 'verificación y refuerzo'." 

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