BRUSELAS.- La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y  Hacienda, Elena Salgado, ha descartado hoy una segunda ronda de medidas  de austeridad para frenar el contagio a España de la crisis de deuda de  Irlanda por considerar que las decisiones adoptadas en mayo están dando  resultado.
   "Es verdad que el nerviosismo en los mercados afecta a todos  pero España está haciendo sus deberes y en ese sentido se ha separado  mucho de otros países que están teniendo 'spreads' más altos", ha dicho  Salgado en declaraciones a la prensa a la entrada de la reunión de  ministros de Economía de la UE.
   "Estamos cumpliendo nuestras medidas y están dando los efectos  que deseábamos y a los que nos hemos comprometido", ha resaltado la  vicepresidenta para justificar su rechazo a adoptar nuevas medidas de  ajuste.
   Salgado ha asegurado que España no ha pedido a Irlanda que  acepte ayuda del fondo de rescate de 750.000 millones de euros para  frenar el contagio a los países periféricos de la eurozona. "Irlanda  explica las medidas que está adoptando, que es lo que ha hecho en el día  de ayer y las medidas que piensa adoptar en las próximas semanas. Y no  hay ninguna petición desde luego por parte de España para que Irlanda  acepte nada", ha resaltado.
   La vicepresidenta económica ha dicho que desea que "Irlanda  pueda solucionar los problemas que tiene en este momento su sector  financiero" y ha destacado que es necesario vigilar "cómo evolucionan  los acontecimientos". 
   "A España lo que le interesa es que todos los países de la  zona euro puedan estar en una situación que nos permita hacer frente a  los desafíos de una crisis económica que todavía sigue teniendo sus  efectos. Eso es lo que le interesa a España al igual que al resto de  países", ha subrayado Salgado al ser preguntada por si el Gobierno  quería que Irlanda aceptara el rescate. También ha eludido valorar si un  rescate de 100.000 millones de euros sería suficiente para Dublín.
   La negativa de Irlanda a aceptar ayuda ha retrasado este  martes el plan de rescate que preparaban la UE y el Fondo Monetario  Internacional (FMI) para frenar el contagio de los problemas de deuda a  otros países periféricos como Portugal y España y evitar una "crisis de  supervivencia" de la eurozona.
   La UE considera que, tras Irlanda y Portugal, "los siguientes  en la lista, aunque a distancia, son Italia y España". "No tienen el  mismo grado de contaminación. Pero cada vez que la fiebre irlandesa sube  a 39 grados, la de España e Italia sube un poquito", ha dicho un alto  funcionario. Así, en los mercados ya hay "dudas" sobre si España va a  respetar el compromiso de reducir su déficit al 6% del PIB en 2011 y  sobre "si los planes de fusiones frías y calientes (de cajas) se aplican  con la dosis y la velocidad adecuadas".
   Por ello, la UE considera que España necesita una "segunda  ronda" de medidas tras las adoptadas en mayo. "Cuanto más creíbles y  rápidas sean, más permitirán alejarse del ojo del huracán".
   En concreto, Bruselas cree que el Gobierno debe "reforzar la  credibilidad de la consolidación" con nuevas medidas de ajuste para que  no haya dudas de que cumplirá el objetivo del 6%. Además, le pedirá  acometer la reforma de las pensiones y acelerar la reestructuración del  sector de las cajas de ahorros. Una reestructuración que pasa por  "reducir la red donde hay solapamientos para ganar margen".
   Además, las cajas deben salir cuanto antes al mercado a captar  capital, tal y como permite la nueva ley de cajas. Las pruebas de  estrés realizadas en junio ya mostraron que algunas cajas necesitan  capital y además tienen activos que van a seguir depreciándose.

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