El impacto del documental ha sido enorme: con más de 3,4 millones de
reproducciones en un mes en la plataforma de vídeo Youtube, 'Dinastía' se ha convertido en el documental político más visto de Hungría,
un país de casi 10 millones de habitantes.
El documental muestra cómo
se ha enriquecido István Tiborcz, de 38 años, casado con la hija mayor
de Orbán, Ráhel, de 35. El material sobre el yerno se basa en
informaciones públicas y cámaras ocultas.
«Queríamos presentar lo impresionante que es esta historia. Que, en
el centro de Europa, el yerno del primer ministro se haya convertido en
poco tiempo en uno de los hombres más ricos del país», explica a EFE
Kamilla Marton, una de las periodistas del portal Direkt36 que realizó el filme. Hungría, según Transparencia Internacional, ha sido el país más corrupto de la Unión Europea (UE) en los últimos tres años.
El nombre de Tiborcz se hizo conocido en el país cuando la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude
(OLAF) denunció graves irregularidades en su proyecto de instalar el
alumbrado de la ciudad de Hódmezõvásárhely en 2014.
El éxito de su
carrera empresarial se debe a las licitaciones públicas desde que Orbán
volvió al poder en 2010, muchas de ellas redactadas para que él ganara o
de las cuales conocía detalles de antemano, relata Marton.
El yerno de Orbán ha construido un imperio en sectores como el inmobiliario, hotelero, restauración y cosmética,
acumulando una fortuna junto a su esposa, Ráhel. El documental revela
la red de conexiones entre los oligarcas cercanos al primer ministro,
así como el lujoso estilo de vida que han forjado.
Uno de los capítulos
más llamativos fue grabado con cámaras ocultas en el club exclusivo de Tiborcz, el Botaniq, donde solo pueden ser socios personas seleccionadas tras una entrevista.
Los redactores de Direkt36
contactaron a un joven periodista, Bence Széchenyi, descendiente de una
de las familias aristocráticas de Hungría, que se presentó en el club
como aspirante a socio.
«Estaba segura de que no rechazarían a una persona como él. Sus
ancestros fundaron el primer club cívico de Hungría (Casino Nacional,
1827) y el suyo es un apellido antiguo, aristocrático. Justo en lo que
Tiborcz y los suyos quieren convertirse», relata Marton.
'Dinastía' resume en menos de una hora, de una manera simple, los acontecimientos de las últimas décadas,
afirma la periodista, quien agrega que aunque se han centrado en un
solo personaje, los oligarcas cercanos a Orbán, «de los que hay muchos»,
han hecho fortuna de una manera semejante.
«Muchos de estos oligarcas, como Tiborcz, en condiciones normales de mercado no podrían haber llegado hasta donde están ahora», enfatiza la periodista. El hombre más rico de Hungría, Lörinc Mészáros, es un amigo de la infancia
de Orbán que, en tiempo récord, pasó de ser un modesto instalador de
gas a amasar una enorme fortuna.
El documental señala que el sistema de
Orbán, basado en la corrupción, ha hecho imposible que Hungría se
convierta en un país moderno y desarrollado.
«No me ocupo de asuntos de negocio», ha repetido Orbán al ser
cuestionado sobre la riqueza de su familia y amigos. A pesar de que
Orbán siempre asegura que no está involucrado en negocios, los
periodistas querían demostrar lo contrario, ya que «muchos de los
inversores están cerca de él, lo conocen y el enriquecimiento de su
familia deja claro cómo es la situación», indica Marton.
Para Direkt36,
lo más absurdo fue escuchar que, según el Gobierno, el documental fue financiado por Ucrania para desacreditar al primer ministro y a su familia, y que es un ataque contra la soberanía nacional húngara.
El Gobierno de Orbán, cercano a Moscú, tiene
relaciones tensas con Ucrania, país invadido por Rusia desde 2022. «La
película de Direkt36, que ataca a Viktor Orbán, es el primer elemento de
una campaña de desprestigio por parte del Estado ucraniano», afirmó Tamás Menczer, director de comunicación del Fidesz,
el partido gubernamental.
El Gobierno de Orbán asegura que tanto
Bruselas como fuerzas liberales quieren intervenir en las políticas
internas del país, y creó en 2023 la Oficina de Defensa de la Soberanía
Nacional, una entidad que investiga supuestas injerencias.
La oficina ha arremetido contra Transparencia Internacional o portales como Direkt36, argumentando que reciben dinero del extranjero y defienden intereses foráneos.
La acusación de que el documental ha sido financiado desde el
extranjero, y especialmente por Ucrania, «es una tremenda mentira»,
afirma Marton, subrayando que en Hungría ya no importa qué es la verdad,
solo lo que el Gobierno determina como tal.