PARÍS.- Mejorar y acelerar la acción climática de los países aumentaría el PIB mundial y sacaría de la pobreza extrema a 175 millones de personas y fortalecería al mismo tiempo la resiliencia y la equidad energética, según el informe 'Invertir en el clima para el crecimiento y el desarrollo. El argumento a favor de unas NDC mejoradas' que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado este martes por la OCDE.
Según este trabajo, integrar políticas climáticas de desarrollo en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, los planes nacionales de acción climática de cada país de acuerdo con el Acuerdo de París) podría ayudar a una de cada cinco personas en situación de pobreza extrema a escapar de la trampa de la pobreza para 2050.
Las NDC nacen del Acuerdo de París de 2015 y representan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los impactos del cambio climático. Este año, los países tienen que presentar nuevos planes climáticos en los que deben exponer sus esfuerzos para reducir las emisiones nacionales hasta 2035.
El informe incide en que este nuevo ciclo de NDC brinda una oportunidad "crucial" y aboga por una mayor ambición y una implementación más eficaz de la acción climática para mantener los objetivos del Acuerdo de París al alcance y asegurar la prosperidad de las generaciones actuales y futuras.
Desde el punto de vista de los autores, acelerar la acción climática mediante mejoradas no solo es viable, sino que tiene "sentido económico", ya que impulsa el crecimiento, libera dividendos de desarrollo y evita pérdidas por desastres climáticos.
"El mundo mantiene una trayectoria ascendente de emisiones, y la acción climática está perdiendo impulso a medida que los países se enfrentan a una serie de desafíos geopolíticos, financieros y económicos que compiten entre sí y que ralentizan su ritmo y escala", denuncia.
La investigación anima a los gobiernos a fomentar la implicación política de alto nivel a la hora de desarrollar sus nuevas NDC y a alinearlas con las prioridades nacionales de desarrollo para maximizar el impacto.
Asimismo, recomienda involucrar al sector privado en el diseño e implementación de estos planes climáticas para generar oportunidades de inversión.
Por último, aconseja que los países sitúan a las partes interesadas afectadas en el centro de las estrategias climáticas y les pide que fortalezcan las instituciones financieras y de financiación para el desarrollo, tanto nacionales como internacionales.
A lo largo del estudio, los dos organismos internacionales explican que en un escenario de NDC mejoradas el Producto Interior Bruto (PIB) mundial crecerá en un 60% en 2040 en comparación con 2022, un 0,2% más que si se continúan con las políticas actuales.
En opinión de los autores, todas las regiones podrán beneficiarse de un sólido crecimiento, aunque a ritmos diferentes.
Además, se podría prevenir pérdidas económicas significativas al reducir el riesgo de eventos inducidos por el clima, con lo que el PIB mundial aumentaría hasta en un 3% para 2050 y hasta un 13% para 2100.
En este sentido, sería posible aumentar un 1% el crecimiento anual para 2040 con acción política en toda la economía gracias a una asignación más eficiente de la acción política entre los sectores (por ejemplo, transporte, industria, agricultura) y gases.
Por el contrario, la investigación indica que la incertidumbre política debilita la inversión y ralentiza el crecimiento. Así, advierte que la falta de claridad en las políticas podría retrasar la inversión privada y reducir el PIB en un 0,75% ya en 2030.
Por ello insiste en que se deben coordinar las medidas climáticas y fiscales y en que se necesitan políticas monetarias para lograr el crecimiento, limitando al mismo tiempo los efectos inflacionarios a corto plazo y movilizando la inversión del sector privado.
Por último, el informe reconoce que, si bien el impacto general en el mercado laboral de la OCDE será ligeramente positivo, los cambios sectoriales y ocupacionales se concentrarán geográficamente y requerirán apoyo específico y basado en el lugar.
Asimismo, incide en que las políticas de mitigación del cambio climático ofrecen beneficios a largo plazo, especialmente para los grupos de bajos ingresos, las mujeres, las personas mayores y las poblaciones rurales.
Sin embargo, estos mismos grupos pueden enfrentar desafíos a corto plazo debido al aumento de los costes o la reducción de los ingresos. En opinión de los autores, es esencial apoyar políticas para garantizar una transición climática justa y equitativa, por ejemplo, mecanismos de compensación bien diseñados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario