MADRID.- Los bancos españoles, los mayores tomadores de fondos del Banco 
Central Europeo (BCE) junto a sus homólogos italianos, disfrutarán de un
 mayor grado de flexibilidad para financiarse gracias a la nueva ronda 
de inyecciones de liquidez a dos años (TLTRO-III) del instituto emisor, 
que emplearán de forma "oportunista", según la agencia de calificación 
crediticia Fitch.
La calificadora de riesgos subraya que las 
entidades españolas "no dependen estructuralmente de los fondos del 
BCE", dado el crecimiento de sus depósitos y el importante 
desapalancamiento de los últimos años, lo que ha reducido la relación 
entre préstamos y depósitos del sector a un promedio del 103% al final 
de 2018 desde el 116% de 2015.
En este sentido, Fitch cree que las
 entidades españolas harán un uso "oportunista" de la subasta de 
liquidez del BCE, centrándose en la financiación barata para impulsar la
 rentabilidad, y solo en parte en reemplazar los fondos pendientes de la
 anterior TLTRO-II, que cifra en 167.000 millones de euros a finales de 
2018.
Asimismo, la calificadora de riesgos opina que algunos 
bancos españoles podrían emplear los fondos recibidos a través de la 
subasta del BCE para financiar parcialmente el crecimiento alineado con 
la naturaleza a corto plazo de las TLTRO-III o realizar 'carry trades', 
buscando sacar provecho de los bajos costes de tomar prestado.
Por
 otro lado, la agencia estima que los bancos españoles serían capaces de
 hacer frente a los reembolsos de la anterior subasta TLTRO-II mediante 
sus actuales colchones de liquidez, aunque Fitch espera que estos sean 
abordados en parte mediante la emisión de instrumentos para cumplir el 
requisito mínimo de fondos propios y pasivos admisibles (MREL) a partir 
del 1 de enero de 2020, algo que varias entidades grandes y medianas 
comenzaron a realizar el año pasado.
Además, Fitch considera que 
los riesgos de refinanciación del sector se ven mitigados al igualarse 
en gran medida los vencimientos de la anterior subasta TLTRO-II con una 
cartera de bonos soberanos, principalmente españoles, con el mismo 
vencimiento.
En cuanto a las entidades italianas, Fitch considera 
que la financiación barata de las TLTRO-III contribuirá al mantenimiento
 de la debilidad en la fijación de precios de los préstamos y a los 
bajos ingresos por intereses netos.
De este modo, la agencia 
espera que los bancos transalpinos usen los fondos obtenidos de estas 
subastas a reemplazar parte de los préstamos pendientes de la anterior 
ronda de operaciones TLTRO-II, cuyo vencimiento comienza a partir del 
próximo año y ascendía a 239.000 millones a finales de 2018.
La 
nueva facilidad reducirá la necesidad de acceder a los mercados de 
deuda, donde los costes de emisión para los bancos italianos han 
aumentado desde principios del año pasado, apunta Fitch.

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