WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Donald
Trump, anunció este miércoles que retrasa del 1 al 15 de octubre la
subida del 25 al 30 % a importaciones chinas por valor de 250.000
millones de dólares como gesto hacia Pekín por el 70 aniversario de la
fundación de la República Popular.
"Debido al hecho de
que la República Popular China celebrará su 70 aniversario el 1 de
octubre, hemos acordado, como un gesto de buena voluntad, retrasar la
subida de aranceles a bienes por valor de 250.000 millones (del 25 al 30
%), del 1 al 15 de octubre", anunció Trump en Twitter.
Trump dijo que fue el viceprimer ministro y líder
negociador de China, Liu He, quien le pidió que retrasara la aplicación
por el aniversario.
Para el 15 de octubre, Estados
Unidos y China habrán mantenido ya su decimotercera ronda de
negociaciones económicas y comerciales, programada para principios de
mes.
El pasado 1 de septiembre tuvo lugar el último
episodio de la guerra comercial que enfrenta a Washington y Pekín con la
entrada en vigor de la subida del 10 al 15 % sobre importaciones chinas
por valor de 112.000 millones de dólares.
Está
previsto que el próximo 15 de diciembre se aplique esa misma subida al
resto de importaciones grabadas al 10 %, hasta alcanzar los 300.000
millones de dólares al 15 %.
Como represalia, China
puso en marcha los aranceles de entre el 5 y el 10 % a productos
estadounidenses valorados en 75.000 millones de dólares.
Trump
advirtió tras la imposición de esos nuevos aranceles que si es
reelegido en las presidenciales de 2020 será "mucho más duro" a la hora
de negociar un acuerdo comercial y que, "mientras tanto, la cadena de
suministros" del gigante asiático se "desmoronará".
Con
este conflicto, Trump se ha fijado la meta de equilibrar el intercambio
comercial entre los dos países, ampliamente favorable a China, pero
hasta ahora y pese a la imposición de aranceles, ha tenido poco o nulo
resultado.
Las tensiones comerciales entre las dos
mayores economías mundiales, desatadas tras la llegada de Trump a la
Casa Blanca en 2017, van más allá de las relaciones bilaterales y tienen
profundas consecuencias globales.
En sus últimas
previsiones de crecimiento global, divulgadas en julio, el Fondo
Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión
global al 3,2% este año, una décima menos que en abril lastradas por las
dudas sobre la posible solución de esta disputa.