TEHERÁN.- El grupo chií libanés Hizbulá expresó este domingo su «plena solidaridad» con Irán
tras los ataques efectuados por Estados Unidos contra su territorio y
confió en «la legítima fuerza» de la República Islámica para «hacer
frente a esta agresión» estadounidense e israelí.
«Afirmamos
nuestra plena solidaridad con la República Islámica, sus líderes y su
pueblo, y confiamos en la legítima fuerza de Irán (...) para hacer
frente a esta agresión y hacer que el enemigo estadounidense y sionista
sientan la amarga derrota», dijo el movimiento armado aliado de Teherán
en un comunicado.
El grupo condenó «la brutal y traicionera agresión estadounidense
contra las instalaciones nucleares pacíficas» iraníes, unas acciones que
según Hizbulá exponen «la verdadera imagen de Estados Unidos como la mayor amenaza para la paz»,
al tiempo que afirmó que «estos ataques no impedirán que Irán continúe
su progreso y avance».
Asimismo, indicó que se trata de «una escalada
temeraria y peligrosa que puede ampliar el alcance de la guerra y llegar
a la región y al mundo hacia lo desconocido, a menos que se detenga de
inmediato y se responda con firmeza y disuasión».
Hizbulá, que fue golpeado duramente durante la guerra con Israel de
2024, no se pronunció en ningún momento sobre tomar acciones en defensa
de Irán y acusó al Estado judío y a EE.UU. de colaborar en «todas las
guerras y crímenes» de Oriente Medio, desde Gaza, el Líbano, Siria, el
Yemen y, ahora, Irán.
«Es evidente para todo el mundo que
Estados Unidos es el patrocinador oficial del terrorismo, sin importarle
las cartas internacionales, el derecho humanitario, los
tratados ni los compromisos», apuntó la organización, que señaló que
Irán ha afirmado repetidamente el carácter pacífico de su programa
nuclear.
Ante esta escalada, Hizbulá instó a los países árabes e islámicos a
apoyar a Irán frente a estos ataques, mientras que pidió a Naciones
Unidas y a otras organizaciones internacionales a que «cumplan con sus
responsabilidades respecto a esta peligrosa agresión, que podría haber
provocado una contaminación nuclear» que comprometiera a la región.
La operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), con la que
Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares en Fordó, Natanz e
Isfahán, contó con la participación de 125 aeronaves, incluidos siete
bombarderos B-2, aviones cisterna de reabastecimiento, aviones de
reconocimiento y cazas. En total, se emplearon 75 bombas y misiles.
El objetivo declarado de la operación era impedir que Irán obtuviera
un arma nuclear. El Pentágono asegura que todos los blancos fueron
alcanzados aunque sigue evaluando la magnitud de los daños provocados.
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