MADRID.- Pymes y autónomos pagan 800 millones de euros anuales en concepto de  IVA de facturas que aún no han llegado a cobrar y que puede que no  cobren, según las estimaciones realizadas por los Técnicos del  Ministerio de Hacienda (Gestha).
   La legislación vigente sobre IVA establece que el impuesto es  exigible en el momento en que se efectúa la entrega de bienes o  prestación de servicios, y no cuando se emite la factura o se realiza su  cobro.
   Actualmente, las dos únicas alternativas en caso de morosidad son  solicitar un aplazamiento del pago para no anticipar el impuesto no  cobrado, lo que conlleva un interés de demora del 5% anual que aplica la  Agencia Tributaria, o bien, transcurrido un año desde el impago, la  rectificación con unos requisitos muy exigentes de la factura no  cobrada.
   Por comunidades autónomas, Cataluña y Madrid son las que cuentan  con un mayor importe de IVA repercutido pendiente de cobro por  morosidad, con 195,2 millones de euros y 149,3 millones de euros,  respectivamente.
   A continuación se sitúan Andalucía (94,6 millones) y la Comunidad  Valenciana (86,9 millones), por delante del País Vasco (46,6 millones),  Galicia (40,5 millones), Aragón (28,2 millones), Murcia y Castilla y  León (27 millones en ambos casos), Castilla-La Mancha (25,4 millones),  Baleares (15,2 millones), Navarra (14,3 millones), Canarias (13,9  millones), Asturias (12,5 millones), Extremadura (9,2 millones), La  Rioja (6,7 millones), Cantabria (5,3 millones) y las ciudades autónomas  de Ceuta (0,2 millones) y Melilla (0,06 millones).
   El Consejo Europeo ya se pronunció sobre esta realidad el pasado  mes de julio mediante la aprobación de una directiva que permite a los  Estados autorizar que el IVA se declare con arreglo a un régimen de  contabilidad de caja que permita al proveedor abonar el impuesto una vez  se reciba el pago.
   A juicio de Gestha, la aplicación de esta medida debe ser  inmediata, por lo que pide su trasposición sin agotar el límite del  plazo establecido hasta finales del año 2012. 
   Además, con objeto de mejorar la liquidez de estas empresas, los  técnicos de Hacienda proponen --en consonancia con varias de las  enmiendas del PP, CiU y PSM-EN al proyecto de Ley de Economía Sostenible  que se debatirá mañana en el Senado-- modificar el actual sistema de  devengo para retrasarlo hasta el momento del cobro total o parcial de la  factura.
   En paralelo, Gestha respalda las enmiendas presentadas por algunos  grupos parlamentarios tendentes a garantizar un reparto justo y  equitativo de las cargas fiscales, "con el fin de reducir la competencia  desleal de los evasores frente a los autónomos y empresas que cumplen  con las obligaciones exigidas".
   Según datos del último Barómetro elaborado por el Instituto de  Estudios Fiscales (IEF), tres cada cuatro españoles perciben un  incremento del fraude, y hasta un 43% lo justifica por motivos tales  como la impunidad de los grandes defraudadores, la falta de eficacia en  la lucha contra el fraude o las diferencias en la carga tributaria que  soportan los distintos contribuyentes.
   Para los Técnicos de Hacienda, esta situación hace necesaria la  importación de cuatro medidas utilizadas en la UE-15 para mejorar la  lucha contra la economía sumergida que, según sus cálculos, representa  en España el 23,3% del PIB, lo que supone unos 240.000 millones de euros  anuales.
   Los dos primeros pasos serían la cuantificación periódica de la  economía sumergida mediante estudios y estimaciones plurianuales,  desagregados por territorios, sectores e impuestos, calibrando así con  una mayor precisión dónde, quién y cómo se produce el fraude existente,  así como que los parlamentos nacional y autonómicos fijaran un objetivo  de reducción de la tasa de la economía sumergida un plazo delimitado de  tiempo.
   A su juicio, también se hace necesaria la implantación de una  mayor colaboración entre las administraciones territoriales, creando una  base de datos fiscales compartida, a la vez que promover en las  distintas organizaciones internacionales los acuerdos para controlar e  identificar a los verdaderos titulares de los movimientos de capitales.
   La cuarta medida, según Gestha, sería reforzar el Ministerio de  Economía y Hacienda y a la Agencia Tributaria, aumentando las funciones y  competencias sus actuales empleados públicos. La creación de un Cuerpo  Superior Técnico de Hacienda (CSTH) supondría la autorización a más de  8.000 técnicos para realizar funciones superiores, lo cual permitiría  aumentar considerablemente tanto el control tributario y aduanero como  el control del gasto público.
   Según Gestha, de ser aprobadas estas enmiendas, se podrían  recaudar adicionalmente cerca de 38.500 millones de euros cada año, "lo  que sanearía el déficit de las administraciones públicas y permitiría  reducir las tensiones de la deuda pública y privada en los mercados  financieros y avanzar en la simplificación y reordenación del sistema  fiscal de nuestro país".
    Junto a estas modificaciones, los Técnicos de Hacienda proponen  varias medidas encaminadas a mejorar la eficiencia y control del gasto  público con el fin de aliviar el déficit del Estado. Estas iniciativas  se sitúan también en línea con algunas de las enmiendas que diversos  grupos políticos presentarán al proyecto de ley de Economía Sostenible.
    En este sentido, solicitan la generalización de las auditorías de  las cuentas anuales a todos los entes públicos con el fin de aportar  transparencia a las cuentas del Estado.

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