MADRID.- Las arcas públicas se ahorrarían cerca de 3.000 millones de euros si  no se incurriera en prácticas anticompetitivas en la licitación y  adjudicación de los contratos públicos, según la Comisión Nacional de la  Competencia (CNC). 
   El presidente del CNC, Luis Berenguer, explicó que "se observa que  en ciertos contratos públicos, sobre todo en la mayoría de las  comunidades autónomas, existe una cierta tendencia a adjudicar contratos  a empresas de la misma región".
   El conjunto de contratos públicos que se cierran en España  anualmente suponen un gasto de cerca de 150.000 millones de euros y las  prácticas colusorias entre licitadores pueden suponer que los precios de  los bienes y servicios contratados se encarezcan en más de un 20%,  según las estimaciones de la CNC.
   Por ello, el organismo ha publicado una 'Guía sobre contratación  pública y competencia'. En ella, se dan recomendaciones para el  desarrollo de procedimientos de contratación en los que ni en su diseño,  ni en su desarrollo, ni posterior ejecución del contrato se introduzcan  restricciones injustificadas de la competencia. 
   Además, se ayuda a prevenir y combatir potenciales acuerdos entre  los participantes en las licitaciones para alterar las condiciones  comerciales o repartirse el contrato, lo que se conoce  internacionalmente como 'bid rigging'.
   Berenguer afirmó que las prácticas de colusión están  "generalizadas" en las distintas comunidades autónomas, así como en  todos sectores de actividad que acuden a los concursos, y recordó la  capacidad de los funcionarios públicos para denunciar estas prácticas.  "Las administraciones públicas son las principales víctimas", afirmó  Berenguer.
   Entre las prácticas más extendidas se encuentran las de empresas  que se presentan siempre a los concursos a pesar de que nunca resultan  ganadoras, lo que hace sospechar que obtienen algún tipo de compensación  por parte de las sociedades adjudicatarias.
   Además, hay empresas que siempre presentan la mejor oferta, lo que  probablemente sea debido a un acuerdo previo de reparto de mercado, y  existen otras que sólo obtienen ofertas ganadoras en determinadas áreas  geográficas, entre otras prácticas. 
   La guía recomienda a los funcionarios de las administraciones  públicas poner las posibles sospechas de colusión en conocimiento de la  CNC, considerar la conveniencia de suspender la licitación y contribuir a  la posterior investigación guardando la documentación, registrando  posibles conductas relevantes y guardando la confidencialidad del  proceso.  
    Por último, Berenguer recordó que el organismo resolverá en breve  el expediente sancionador abierto el año pasado contra 53 empresas del  sector de la construcción por posibles prácticas anticompetitivas en el  reparto de licitaciones y fijación de precios en concursos públicos para  la rehabilitación y pavimentación de carreteras.

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