NUEVA YORK.- La agencia de calificación 
crediticia Moody's ha indicado que Irán tiene capacidad para añadir más 
de 500.000 barriles de petróleo al día al mercado, lo que aumentaría la 
actual sobreoferta, aunque ha advertido de la existencia de riesgos, 
especialmente políticos, que retrasarían su incursión en la exportación 
de crudo. 
En concreto, Moody's ha afirmado en un informe que en función 
de la capacidad iraní y los posibles compradores del mercado, la 
República Islámica podría añadir en 2016 más de 500.000 barriles de 
crudo al mercado, que se sumarían a los 1,2 barriles diarios que exportó
 en 2015.
Sin embargo, la agencia de calificación ha indicado que Irán 
no alcanzará este nivel de producción hasta mediados de 2017, como 
consecuencia del perfil de sus campos de petróleo y los "riesgos" 
existentes en torno al acuerdo internacional sobre su programa nuclear.
Irán, el país con la cuarta mayor reserva de crudo del mundo, 
ha vuelto a entrar en el mercado mundial después de ver levantadas las 
sanciones impuestas por la comunidad internacional, en una situación por
 la que puede aumentar una sobreoferta que ya ha impulsado los precios 
del petróleo a mínimos de hace más de una década.
En estos momentos, Moody's cifra en dos millones de barriles 
diarios el exceso de producción mundial, en un mercado que cuenta con un
 alto nivel de reservas. Mientras, los países de la Organización de 
Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los ajenos al cártel batallan 
por continuar su alto nivel de producción.
En este contexto, la agencia de calificación ha indicado que 
el petróleo iraní podría "reemplazar" la caída de producción 
estadounidense de 500.000 barriles al día en 2016.
Además, Moody's ha recordado que en el año 2011 Irán exportó 
hasta 600.000 barriles diarios a Europa, de los que 120.000 barriles 
diarios viajaban hasta Grecia, su principal cliente. Esta situación 
llegó a su fin en el año 2012 con la imposición de las sanciones, de las
 que se benefició Rusia.
Ante su vuelta al mercado, Moody's ve probable que Irán 
recupere parte de su mercado, entre los que se incluyen refinerías 
españolas e italianas. Sin embargo, ha advertido de que la capacidad 
iraní "depende de su capacidad de encontrar clientes adicionales".
"Irán no puede depender sólo de China", ha subrayado la 
agencia de calificación, que ha recordado la tensión diplomática entre 
la República Islámica y Arabia Saudí, ante la que ve probable que el 
gigante asiático opte por no realizar grandes cambios en sus políticas 
de importación.
Por otro lado, Moody's ha destacado que Irán supone una "gran 
oportunidad" para las principales compañías petroleras, que disponen de 
una "tecnología y experiencia" sin las que Irán tendrá difícil aumentar 
su producción.
Algunas de estas compañías, entre las que se encuentran la francesa Total y la noruega Statoil, ya han expresado su intención de analizar oportunidades en Irán, 
aunque otras como Royal Dutch Shell se han mostrado cautelosas y han 
afirmado que es "demasiado pronto" para discutir posibles proyectos.
Moody's ha indicado que Irán necesitaría entre 150.000 y 
200.000 millones de dólares de inversión de capital para modernizar su 
anticuado sector petrolero, ya que el 80% de sus reservas fueron 
descubiertas antes del año 1965.
Sin embargo, este extremo es complejo ante la continua caída 
del precio del crudo, que ha llevado a las principales petroleras a 
reducir sus beneficios y ha empeorado su flujo de caja, que se une según
 la agencia a la actitud del Gobierno iraní que no "anima" a la 
inversión extranjera.
Por otro lado, Moody's ha subrayado que el "principal riesgo 
continúa siendo político", ante la posibilidad de que Irán decida 
incumplir las obligaciones suscritas con la comunidad internacional y la
 cercanía de las elecciones parlamentarias, que determinarán la 
legislación de los próximos cuatro años. 

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