
"Ese año (2012) no es una meta realista", concedió el político conservador, en una de sus primeras manifestaciones sobre la fecha de adopción de la divisa comunitaria.
"Adoptar el euro en cinco años supondría empezar a cumplir ya desde el año que viene todas las condiciones de la Unión, y sin llevar a cabo las reformas de pensiones y sanitarias, esto resulta inconcebible", matizó Topolanek.
El gobierno de Praga tiene el visto bueno del Banco Nacional Checo (CNB), por las tensiones inflacionistas que desencadenaría una pronta entrada en la euro-zona.
Este retraso ha suscitado sin embargo las quejas del sector exportador, añadió el rotativo.
Según los expertos, un tercio de las transacciones en el comercio internacional checo se realizan hoy en euros.- (EFE)
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