
La inquietud de los clientes se remonta al viernes, día en el que el Banco de Inglaterra (BoE) socorrió al Northern Rock con sus fondos debido a la crisis de las hipotecas de alto riesgo en EE UU.
Tanto los clientes que se desplazaron a las sucursales del banco en Reino Unido como los que intentaron conocer el estado de sus cuentas a través de la web, obtuvieron el mismo resultado. Los primeros se vieron obligados a renunciar a su empeño debido a la gran afluencia de gente para retirar ahorros. Los que lo intentaron por Internet se encontraron con una fallo informático que también les impidió el acceso a la información.
"Está claro, se produjeron muchos problemas operacionales con las filas de espera en ciertas sucursales y dificultades con la página de Internet, debido a los volúmenes desacostumbradamente altos de clientes que intentaban acceder a sus cuentas debido a la publicidad que rodea a Northern Rock", explicó la FSA (su sede central en la imagen) en este comunicado de una gran firmeza, destinado aparentemente a la prensa dominical, muy leída en el país.
"Dichos problemas son enteramente logísticos y en ningún caso guardan relación con la solvencia del banco o su capacidad para dar fondos a los ahorradores que quieran retirarlos", insistió la FSA. Su presidente, Callum Mc Carthy, dijo: "Para que quede absolutamente claro, si nosotros pensáramos que el Northern Rock no es solvente, no le habríamos autorizado a permanecer abierto".- (AFP)
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