MANAGUA.- La Asamblea Nacional (Parlamento), controlado por el
oficialismo, avaló un acuerdo de promoción y protección
recíproca de inversiones entre los Gobiernos de Nicaragua y el de la
República Islámica de Irán.
Ese acuerdo, suscrito el
10 de agosto pasado en Teherán por el ministro nicaragüense de Hacienda y
Crédito Público, Iván Acosta, y el ministro iraní de Asuntos Económicos
y Finanzas, Farhad Dejpasand, tiene como fin intensificar la
cooperación económica entre ambos países, según el decreto aprobado por
los sandinistas y sus aliados en el Congreso, con el voto en contra de
la oposición.
En el acuerdo ambos países se comprometieron a crear
condiciones favorables para la atracción de inversiones, así como
alentar a los nacionales a invertir en el territorio de la otra parte.
Además, contempla que el inversionista extranjero recibirá el mismo
tratamiento que una parte brinda a sus nacionales en relación a la
protección legal, excepto para los casos de zonas libre de comercio,
uniones aduaneras, mercados comunes, u otras formas de organización
económica regional.
Asimismo, el acuerdo establece un
sistema de expropiación y compensación para resarcir los posibles
perjuicios que pudieran derivarse de eventuales acciones estatales.
"Tal sería el caso de las expropiaciones o nacionalizaciones, si se
dieran por razones de interés público o seguridad nacional, se establece
la obligación de brindar una pronta, justa, adecuada y efectiva
indemnización para los inversionistas", según el texto del decreto.
El acuerdo prevé que el inversionista de una parte en el territorio de
otra parte no sufra menoscabo en sus inversiones debido a conflictos
armados, revoluciones o un estado de emergencia en el territorio de la
otra parte.
En relación a la repatriación y
transferencia, el acuerdo contempla el otorgamiento de las facilidades
necesarias para el buen desenvolvimiento de los negocios, de acuerdo con
sus leyes y regulaciones, tales como retornos, ganancias, sueldos,
préstamos, entre otros.
Con relación a las
diferencias relativas a las inversiones que pudieran surgir entre los
inversionistas y una de las partes, el acuerdo establece 12 alternativas
para procurar un arreglo, entre ellos el sometimiento de las mismas a
negociaciones entre ellas con la asesoría de terceros o por medio de la
conciliación entre ambas partes por la vía diplomática.
El presidente Daniel Ortega es uno de los principales aliados de Irán
en Latinoamérica y el 10 de enero de 2012, cuando juró para su segundo
mandato consecutivo de cinco años en Nicaragua, el líder sandinista
respaldó el programa nuclear iraní y pidió a Israel que se "desarme"
para evitar un conflicto bélico.
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