TEHERÁN.- El Gobierno de Irán
ha reclamado este lunes a Naciones Unidas y el Organismo Internacional
para la Energía Atómica (OIEA) que adopten «acciones rápidas e
inmediatas» para «desarmar» a Israel, tras las polémicas declaraciones de un ministro israelí sobre la posibilidad de lanzar «una bomba nuclear» contra la Franja de Gaza. El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, ha subrayado la
necesidad de «desarmar a este régimen salvaje y de apartheid» tras las
palabras del ministro de Patrimonio israelí, el ultraderechista Amihai
Eliyahu, al tiempo que ha subrayado que sus declaraciones «son una
muestra de que el régimen ha sido derrotado por la resistencia».
Así, ha subrayado que «mañana sería tarde» y ha reiterado que «la
Casa Blanca es totalmente responsable de este genocidio», en referencia a
la ofensiva militar desencadenada por Israel contra la Franja de Gaza
tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de
Resistencia Islámica (Hamás),
según un comunicado publicado en la página web del Ministerio de
Exteriores iraní.
Tras las declaraciones de Eliyahu, la oficina del
primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se
desmarcó de estas palabras y anunció la suspensión «indefinida» del
titular de la cartera en las próximas reuniones ministeriales, si bien
por el momento sigue en el cargo, en medio de las condenas por parte de
varios países de la región.
Los ataques de Hamás dejaron cerca de 1.400 israelíes muertos y unos 240
secuestrados, mientras que las autoridades de la Franja, controlada por
el grupo islamista, han cifrado en más de 9.700 los palestinos muertos,
entre los que hay 4.800 niños.
Asimismo, en Cisjordania y Jerusalén
Este las operaciones del Ejército de Israel y los
ataques de colonos han dejado 145 muertos desde el 7 de octubre. Israel
ha sido uno de los principales opositores a la restauración del acuerdo
nuclear firmado en 2015 por Irán, gravemente dañado por la decisión de
Estados Unidos de retirarse del mismo de forma unilateral en 2018, y ha
advertido en numerosas ocasiones de que Teherán busca hacerse con
armamento nuclear, algo desmentido por las autoridades iraníes.
Por su parte, el Gobierno iraní ha resaltado en varias ocasiones que
Israel es el único país en Oriente Próximo con este tipo de armas y ha
recordado que no es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Las autoridades israelíes mantienen una política de «ambigüedad nuclear»
y no han confirmado oficialmente tener estas armas, si bien se
considera que contaría con decenas o cientos de estas armas tras la
revelación de su programa por parte de un antiguo técnico nuclear en los
ochenta.
A las condenas a las palabras de Eliyahu se ha sumado el Gobierno de Egipto,
que ha sostenido que es una prueba del «nivel de desviación y
extremismo» en el seno del Ejecutivo israelí. «Es responsabilidad de la
comunidad internacional hacer frente con firmeza a este discurso de
violencia, odio y racismo», ha señalado el portavoz del Ministerio de
Exteriores egipcio, Ahmed abú Zeid.
«El mundo está hablando sobre el
desarme nuclear y los peligros (de este armamento), mientras algunos
están sedientos de más destrucción y muerte», ha manifestado Abú Zeid a
través de un mensaje en su cuenta en la red social X, anteriormente
conocida como Twitter.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Siria ha señalado que
las declaraciones de Eliyahu, al que ha descrito como «uno de los
terroristas en el gobierno de la entidad usurpadora», suponen «una nueva
prueba del terrorismo de Estado por parte de esta entidad y su racismo
brutal y extremista».
«Estas declaraciones confirman lo que Israel ha
estado ocultando sobre el hecho de que posee estas armas al margen de los sistemas internacionales de control
con el apoyo de sus aliados en Estados Unidos y el Occidente
colonialista, lo que constituye una grave amenaza para la seguridad, la
estabilidad y la vida de los pueblos de la región», ha destacado.
Por ello, ha recalcado en un mensaje en su cuenta en la red social
Facebook que «Siria condena en los términos más firmes estas posiciones
por parte de miembros de la entidad ocupante» y ha reclamado a la
comunidad internacional y el OIEA que «adopte todas las
medidas y asuma sus responsabilidades para desvelar el programa nuclear
israelí y someter a esta entidad canalla a salvaguardas y sistemas de
control exhaustivos para sus programas e instalaciones nucleares».