Benegas Lynch, patriarca de los liberales argentinos, ahondó en la sima abierta entre el Papa y el candidato proponiendo que Argentina rompa relaciones diplomáticas con el Vaticano como ya hiciera a finales del siglo XIX.
No era la primera vez que lo proponía, como indicó él mismo, en referencia a una columna que publicó en el diario digital Infobae, en
la que escribió que “en la actualidad” la Iglesia usa “el disfraz de
los valores tradicionales”, pero “actúa en sentido contrario”.
Que a Francisco se le atraganta Milei es cosa sabida, como lo es que el candidato libertario no puede ni ver al pontífice paisano. Lo último -lo penúltimo, en realidad- fue la referencia del Papa a payasos que se hacen pasar por mesías, y ahora desde el campo de Milei, en lugar de palabras conciliadoras, llega esta insólita propuesta.
El intelectual agregó a su propuesta que no haya más embajadas argentinas en el mundo.
El arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva, y el arzobispo de La Plata, Mons. Gabriel Mestre, se pronunciaron sobre la idea de “suspender” las relaciones diplomáticas con el Vaticano, lanzada durante el acto de cierre de campaña del bloque La Libertad Avanza.
Respecto a la idea de “suspender las relaciones” con el Vaticano, en diálogo con Radio Perfil, el arzobispo de Buenos Aires se manifestó “realmente sorprendido”.
“En un momento en el que tratamos de pedir una Argentina unida, en un mundo tan violento, con guerra, muy agresivo, donde creo que tenemos que tender puentes (...), nos encontramos azorados con un cierre de campaña en el que alguien propone algo ‘en nombre de mi religión católica’”, expresó.
En ese sentido, precisó: “Para los católicos, la figura del Santo Padre, más allá de quién sea —porque estamos convencidos de que también acá interviene el Espíritu Santo— no solamente es una autoridad, sino que es nuestro pastor, referente universal”.
“Decir que ‘en nombre de mi religión católica’ uno piensa suspender las relaciones diplomáticas es, por lo menos, impactante”, subrayó.
En vez de eso, apuntó a la importancia de “romper las relaciones” con la inflación, la marginalidad y las situaciones que generan dolor entre los argentinos. “Hay que buscar puntos de encuentro y de repente nos encontramos con una nueva grieta”, señaló.
Consultado sobre una hipotética visita del Papa Francisco en un eventual gobierno de Milei, el Prelado afirmó: “El Santo Padre tiene que venir a la Argentina para que el pastor se encuentre con su pueblo. El pueblo quiere ver a su pastor y referente, más allá del presidente de turno”.
También se pronunció al respecto el Arzobispo de La Plata, Mons. Gabriel Mestre, quien consideró que las palabras de Bergara Lynch "reflejan claramente una actitud fuerte de intolerancia por parte de este espacio que no respeta y no entiende, en el marco de la diversidad, la realidad de la Iglesia católica como parte de la historia de la República Argentina”.
La polémica propuesta fue hecha por el economista asesor del partido, Alberto Benegas Lynch, quien expresó: “Por consideración a mi religión católica, por respeto a esa religión, creo que habría que imitar lo que hizo el presidente (Julio Argentino) Roca (a fines del siglo XIX), esto es, suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras allí prime el espíritu totalitario”.
El economista aclaró que su iniciativa “no compromete la posición de Javier Milei”, y asumió “plenamente la responsabilidad” de sus declaraciones.
El ultra Milei ha calificado al pontífice de “imbécil”, de “zurdo asqueroso” y de “representante del Maligno en la Tierra” por promover, según dijo, “el comunismo”.
Uno de los últimos ataques fue durante una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, en la que dijo que el Papa “tiene afinidad por los comunistas asesinos”.
“No los condena y es bastante condescendiente también con la dictadura venezolana”, aseguró.
Días antes de la participación de Benegas Lynch en el acto de cierre de campaña de Milei, el Papa dio una entrevista a la agencia de noticias Télam en la que rechazó ser “comunista” y alertó sobre “los flautistas de Hamelin” porque “son muy encantadores”.
“Si fueran de serpientes los dejaría, pero son encantadores de gente y la terminan ahogando. Gente que se cree que de la crisis se sale bailando al son de la flauta con redentores hechos de un día para el otro”, dijo sin mencionar al candidato ultra, que se acerca a la primera vuelta de las elecciones presidenciales este domingo como favorito en las encuestas.
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