TORONTO.- Canadá, la Unión Europea (UE) y once
países más se comprometieron hoy a fortalecer y modernizar la
Organización Mundial del Comercio (OMC), durante una reunión en Ottawa,
en la que abordaron la reforma de este organismo creado en 1995.
Los participantes en el encuentro, al que no fue invitado Estados
Unidos, expresaron en el comunicado final su "claro y fuerte apoyo al
sistema de comercio multilateral basado en normas", y subrayaron "el
papel indispensable" que la OMC desempeña para garantizarlo.
Además, manifestaron su preocupación por "el aumento del
proteccionismo" y las crecientes tensiones comerciales "vinculadas con
grandes cambios en el panorama global de comercio".
Aparte del anfitrión, Canadá, a la cita asistieron Australia, Brasil,
Chile, Corea del Sur, Japón, Kenia, México, Nueva Zelanda, Noruega,
Singapur, Suiza y la UE.
Las autoridades canadienses
invitaron a esos países al entender que todos comparten las mismas ideas
generales para la reforma de la OMC, que atraviesa un momento de crisis
en parte por las políticas comerciales de la Administración del
presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En el
comunicado final, los participantes en la reunión establecieron una hoja
de ruta con tres puntos para avanzar en las conversaciones en los
próximos meses, empezando por un próximo encuentro fijado para enero de
2019.
Ese plan se basa en el desbloqueo del sistema
de resolución de disputas de la OMC, que actualmente está paralizado por
la lentitud de Estados Unidos para designar a los miembros del Órgano
de Apelación de la organización.
En su nota, los doce países y la UE destacaron que "el sistema de resolución de disputas es una columna central de la OMC".
La hoja de ruta también señala la necesidad de "vigorizar" la función
negociadora de la OMC y aboga por concluir las conversaciones sobre los
subsidios a la pesca en 2019.
El comunicado también
indicó que es clave para la relevancia de la OMC "responder a los
problemas económicos y comerciales modernos, y abordar temas pendientes y
no concluidos".
Otro punto de la hoja de ruta es el
"fortalecimiento del control y transparencia de las políticas
comerciales de los países miembros de la OMC".
Al
terminar la reunión, el ministro canadiense de Comercio Internacional,
Jim Carr, declaró en una rueda de prensa que están "estableciendo el
marco para un impulso más constructivo en torno a medidas reales para la
reforma".
Carr admitió que la reforma de la OMC no
será posible a menos que dos países importantes en materia comercial,
como Estados Unidos y China, se incorporen al proceso.
"Reconocemos que estamos en el proceso de establecer la mesa para un
esfuerzo mayor, ampliándolo a todos los miembros, y que el esfuerzo debe
incluir a Estados Unidos y China", añadió el ministro canadiense.
Por su parte, el director general de la OMC, Roberto Azevedo, aseguró
en una entrevista a la radiotelevisión pública canadiense, CBC, que su
principal prioridad para reformar la organización es "que el Órgano de
Apelaciones funcione de forma apropiada".
"Estados
Unidos ha bloqueado el nombramiento de miembros del Órgano de Apelación
por sus preocupaciones con el mecanismo de apelaciones y más
específicamente el trabajo realizado por el Órgano de Apelación", añadió
Azevedo.
El director general del organismo dijo que
si dicho órgano no funciona "va a dañar de forma significativa el
sistema", y advirtió de que no se están produciendo avances en el
problema.
Azevedo lamentó que Washington no esté
proponiendo cambios al Órgano de Apelación para desatascar la situación:
"Es un monólogo en estos momentos", declaró.
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