LUXEMBURGO.- Una
persona no europea puede adquirir el derecho de residencia en la Unión
Europea siempre y cuando exista una relación de dependencia con un hijo
menor de edad que posea la ciudadanía de algún país del bloque, indicó
este miércoles la justicia europea.
"La
circunstancia de que el otro progenitor, ciudadano de la Unión, pueda
asumir por sí solo el cuidado diario y efectivo del menor constituye un
elemento pertinente, pero no basta por sí misma para denegar un permiso
de residencia", apunta en un comunicado el Tribunal de Justicia de la
UE.
Los
magistrados responden así a una duda planteada por el Tribunal Central
de Apelación de Holanda sobre si estas personas pueden adquirir la
residencia, ya que en caso afirmativo podrían beneficiarse de una
prestación de asistencia social o de prestaciones familiares en ese
país.
En
concreto, el tribunal holandés analiza los casos de siete madres no
europeas de uno o varios menores de nacionalidad holandesa, que viven
principal o exclusivamente con ellas. Los padres, que reconocieron a los
menores, son holandeses.
El
TJUE estima que a los menores europeos no se les puede privar del
"contenido esencial de los derechos" vinculados a su ciudadanía de la
UE.
Antes
de rechazar eventualmente el derecho a la residencia, el alto tribunal
europeo señala así que deben estudiarse las circunstancias de cada caso y
la "edad, desarrollo físico y emocional" del menor, así como "la
intensidad de su relación afectiva" con ambos progenitores y el riesgo
para "el equilibrio del niño".
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