BERLÍN.- El ministro de
Finanzas alemán negó una información de una publicación que decía que
Alemania consideraría tomar medidas legales si el Banco Central Europeo
acudía al reparto de dinero entre ciudadanos de la eurozona (helicopter
money), una forma extrema flexibilización monetaria.
La idea del "helicopter money", o reparto de dinero
generalizado en un intento por estimular el gasto y la inflación, ha
circulado en las últimas semanas pero el vicepresidente del BCE, Vitor
Constancio, y el economista jefe, Peter Praet, dijeron el jueves que
esta opción no estaba en la mesa.
El sábado Der Spiegel citó fuentes no identificadas en
el ministerio diciendo que si el BCE distribuía dinero entre los
ciudadanos, el gobierno alemán podría considerar llevarlo a los
tribunales para aclarar legalmente los límites del mandato del banco
central.
Un portavoz del ministerio hizo hincapié en la
independencia del BCE, diciendo: "es sólo independiente en el marco de
su mandato, pero no es verdad que el Ejecutivo alemán estuviera
considerando tomar medidas legales".
El malestar por la política del BCE está creciendo en
Alemania, con políticos de alto nivel haciendo inusuales críticas
públicas hacia la institución esta semana. El ministro de Finanzas,
Wolfgang Schaeuble, dijo que la política del BCE situó a Alemania en
desventaja frente a otros países de la zona del euro y el ministro de
Economía, Sigmar Gabriel, dijo que sus bajos tipos de interés estaban
empobreciendo a los trabajadores y pensionistas.
En la misma línea, responsables de la política de
finanzas del bloque conservador expresaron su preocupación también,
diciendo que el BCE estaba operando en el límite de su mandato de
mantener la estabilidad de precios, con su política de tipos de interés
negativos.
Der Spiegel citó al ministro de Finanzas de Baviera,
Markus Soeder, miembro de la Unión Sociocristiana (CSU), partido
hermanado con los democristianos de la canciller Angela Merkel(CDU),
diciendo que la política monetaria del BCE era "equivocada" y que el
gobierno alemán tenía que pedir un cambio de dirección.
"La política de tipos de interés cero es un ataque a
los bienes de millones de alemanes que han invertido sus ahorros en
cuentas y seguros de vida", dijo.
El diputado conservador Ralph Brinkhaus, citado por la
misma revista, dijo que Alemania necesitaba a "poner el BCE bajo
presión" porque, "de lo contrario, nada va a cambiar".
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