FRANCFORT.- Los miembros del Comité Ejecutivo del Banco
Central Europeo (BCE) Benoît Coeuré y Jörg Asmussen han defendido la
necesidad de adoptar un enfoque conjunto de medidas para hacer frente a
la crisis de la zona euro y han reclamado, en concreto, una bajada de
impuestos a Alemania y nuevas reformas estructurales a Francia.
En un artículo de opinión conjunto publicado en los diarios
'Berliner Zeitung' y 'Les Echos', Coeuré y Asmussen destacan que ninguna
institución o país puede resolver por sí solo los problemas de la
eurozona y critican que pese a la "naturaleza única" de esta crisis la
gente se incline por buscar "respuestas simples a un problema complejo".
Problemas como la baja inflación, el débil crecimiento, la elevada
deuda o el alto desempleo requieren que los políticos europeos y
nacionales adopten "medidas concertadas" utilizando todos los mecanismos
disponibles. "Si un Gobierno o una institución falla a la hora de
cumplir con su parte, otros no serán capaces de compensar esa
deficiencia", advierten.
En su opinión, lo que Europa necesita ahora es una amplia
estrategia económica que haga frente a la debilidad de la oferta y la
demanda en los países a través de una mezcla sólida de políticas
estructurales, fiscales y monetarias. Por ello, recalca que Alemania y
Francia juegan "un papel decisivo" en esta estrategia de tres pilares.
En este sentido, abogan por utilizar la flexibilidad que permite
el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) sin poner en riesgo su
credibilidad. Por ello, Alemania puede utilizar su margen de maniobra
presupuestario para apoyar la inversión y reducir impuestos manteniendo
una sólida posición fiscal, lo que además ayudaría al país a hacer
frente a algunos de sus desafíos futuros.
"Alemania necesita impulsar la competitividad y la productividad
en el sector doméstico no comercializable, lo que tendría también un
impacto positivo en las perspectivas de crecimiento del país y lo haría
menos vulnerable a los shocks que afectan al comercio con países que no
forman parte de la eurozona", recalcan.
En el caso de Francia, consideran que el país necesita reformas
para apoyar el empleo y revivir la inversión empresarial, especialmente
reduciendo barreras de entrada en sectores protegidos y eliminando los
obstáculos para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.
Por su parte, los países sin margen de maniobra deben buscar un
conjunto de políticas fiscales que sean favorables al crecimiento sin
deshacer todos los progresos de consolidación fiscal realizados hasta la
fecha, como por ejemplo recortando el gasto improductivo y los
impuestos distorsionadores.
En lo que respecta al papel del BCE, recalcan que con las últimas
medidas ha cumplido con sus responsabilidades de acuerdo con lo que
recoge su mandato y aseguran que el organismo está listo para tomar
nuevas medidas en caso de fuera necesario.
Asimismo, advierten de que ninguna postura acomodaticia de la
política monetaria o fiscal podrá compensar la necesidad de reformas en
el lado de la oferta, por lo que cuanto antes se realicen las reformas
estructurales, más pronto se creará un espacio fiscal para fortalecer la
capacidad de preservar el modelo social europeo.
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